El Foro Transfiere, clausurado ayer en el Palacio de Ferias, ha cumplido su quinta edición con unas cifras más que respetables aunque, como sucede en este tipo de eventos, los beneficios reales para Málaga y para las empresas participantes constituyan un intangible. Que más de 500 empresas e instituciones y 3.000 participantes del sector de la innovación acudan al Transfiere y generen más de 5.500 citas de negocio confirma que el salón se ha consolidado dentro del calendario nacional. Lo rentable que pueda resultarle a cada una de las empresas participantes, y en particular a las de Málaga, es una cuestión a futuro y dependerá de la pericia y la competividad con la que hayan conseguido vender su producto en estos días. El Transfiere, coorganizado por el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Economía, es de ese tipo de eventos que cultivan la imagen de Málaga como urbe tecnológica y en el que conviene mucho estar, aunque acudir tampoco sea inicialmente garantía de nada. Las empresas se dejan ver, exponen su producto o sus patentes, engordan su lista de contactos y, con suerte, pueden encarrilar algún buen contrato o proyecto de colaboración. Por poner un pero, la impresión que deja el Transfiere en el visitante que recorre sus pasillos es que las instituciones públicas (administraciones, universidades, centros de investigación y organismos de todo tipo) acaparan a nivel de stands el mayor protagonismo en la muestra, quedando más reducida la presencia y visualización del sector privado, que en realidad es el que interesa. Quizá en el fondo eso también sea reflejo de una realidad que persiste en España. De entrada, invertimos poco en I+D, y dentro de ese poco, la mayoría del gasto sigue siendo público y no privado. Una honrosa excepción puede ser el PTA de Málaga, uno de los parques tecnológicos españoles donde esa proporción es a la inversa y en el que el peso más significativo de la inversión corresponde a sus más de 600 firmas. Decía la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela, que en Corea del Sur dedican el 5% del PIB a I+D y que el 80% de la inversión es privada. Ya quisiéramos eso por aquí. Es tarea del Gobierno y del resto de administraciones aumentar el gasto en I+D y ponerse a la tarea para que España escale posiciones desde el discreto puesto 27 que ocupa en el ranking internacional de innovación. Ojalá que eventos como el Transfiere de Málaga sigan contribuyendo a esta necesaria apuesta.