Cuando se hunde el IBEX, alguno piensa que sólo pierde el rico, pero la gran inversión en Bolsa es la de los fondos de inversión y pensiones, donde está el pequeño ahorro. Cuando se hundía el mercado inmobiliario, alguno pensaba que sólo era trágico para constructores y especuladores, pero como la mayoría ocupa vivienda propia la caída a la mitad de su valor hizo que perdiera la mitad del patrimonio. Cuando se hunde la banca, cualquier gobierno, de derecha o de izquierda, se acaba viendo obligado a rescatarla, para salvar en lo posible el dinero del ahorrador, pues si la deja caer habrá de hacerse cargo de los depósitos asegurados, y al final también pagará el contribuyente. Cuando se hunden los precios del petróleo lo agradece uno al repostar, pero si caen los mercados emergentes (cebados sobre todo con petróleo) no tendremos a quien vender nuestros productos. El sistema es todo eso.