"Don’t get mad, get curious", que se podría traducir como «No te enfades, haz preguntas», es una deliciosa cita, o más bien la adaptación de una cita que Fredy Koffman recomienda al que recibe un insulto. No se me ocurre mejor recomendación: «Get curious», hazte preguntas, sé curioso acerca del otro y de su punto de vista, y sé curioso acerca de la reacción que uno mismo tiene ante el insulto. Es mi recomendación a Dani Rovira. No vi la gala de los Goya, la he visto otras veces pero este año no puede verla, no sé el motivo del enfado, y no sé por qué tanto revuelo pero es posible que lo mejor que pueda hacer Dani Rovira es ser curioso. También se la recomendaría a todos los que piensan que una opinión distinta, o una crítica a una labor es criticar por criticar. «Get curious», investiga, averigua por qué. Fuera y dentro de uno mismo. Koffman asegura que un insulto nunca va contra la identidad de uno mismo y solo el narcisismo, que muchas veces nos apodera, es el responsable de que una crítica nos levante como a un toro una puntilla mal dada.

Ahora que hay tantos debates abiertos en la ciudad, como la huelga de Limasa en la que otra vez los trabajadores reivindican lo que ya tenían ganado, o el fiasco de Art Natura que debería resolverse porque darle un patrón no parece que lo vaya a resolver o las terrazas del Centro, en el que los hosteleros se han unido como lobby para defender sus intereses pidiendo, entre otras cosas, cambiar una normativa sobre vía pública que se acaba de cambiar.

Ahora, digo, creo que en lugar de pensar que una crítica es una puntilla, no estaría de más que fuéramos más curiosos. Solo así se llega a soluciones de consenso de verdad, no consensos de artificio fabricados para la ocasión.