Cartas al director

Sabedora de su seguridad en el Partido Popular porque aunque milite en él no necesita a esta formación política para vivir del estatus económico que ya posee en la nobleza de su familia, se la ve como a alguien que, va a ser difícil pillarla en casos de corrupción, no así a sus elegidos colaboradores, ya en prisión o con presuntas imputaciones. Para algunos Espe, y otras colegas que «la tienen ganas» como las señoras Sáenz de Santamaría, Cifuentes y Cospedal, a diferencia de Aguirre, éstas viven de sus sustanciosos emolumentos económicos que todos pagamos. El revuelo en Moncloa con el gobierno de Rajoy en funciones, que trae consigo pactos y contrapactos de las demás fuerzas, quiere conseguir la investidura y nuevo gobierno para su fuerza más votada, tras dos fallidas oportunidades en aglutinar los apoyos suficientes. El Rey, D. Felipe VI, debe estar hasta las narices aunque sea su trabajo, de recibir a unos y otros para formar gobierno, y los plazos oficiales se están agotando, dejándose entrever una convocación de nuevas elecciones. La Sra. Aguirre y sus responsabilidades políticas, por el riesgo de verse envuelta en la Púnica en el último registro de la Guardia Civil en la sede del PP de Génova, muy hábilmente ha dejado la Presidencia del PP en Madrid, conservando su regiduría municipal para que no se diga que abandona la política, pero sigue atenta y expectante. Con mucha sutileza está «largando» moralejas y consejos hacia sus más próximos oponentes, incluido el presidente en funciones, Sr. Rajoy, poniéndose ella de ejemplo, a ver si así maduran dimisiones en Moncloa. Sus segundas intenciones y aparente cautela personal le propiciarán nuevas perspectivas porque sabe que pronto acontecerán cambios en España y va a estar muy disponible para servirla.