'Una huelga insostenible', por Borja Miralles

No entiendo la postura del Ayuntamiento de Málaga, del comité de empresa y de la propia empresa Limasa. Veamos. La huelga de basura lleva ya dos días en marcha y las partes implicadas ni se han llamado por teléfono, están jugando cada una sus cartas para ver cómo desgasta la huelga al rival y así poder negociar desde una posición de fuerza. Pero, ¿han pensado en los ciudadanos, en los malagueños? No. Al comité de empresa sólo le interesa que la parte privada reconozca todos esos derechos que reclaman, que seguramente algunos sean justos, pero es impresentable que cada dos por tres amenacen con una huelga de basura o que la convoquen. Al comité de empresa no lo he visto indignado como ayer vimos a su presidente de la salida de la reunión con el Ayuntamiento. Estaba indignado, por no repetir lo que dijo, porque consideraba que el Ayuntamiento le estaba tomando el pelo a los trabajadores. Puede que se así, pero no he visto esa indignación cuando salen rankings, hasta europeos, diciendo que la ciudad está sucia, ni lo veo indignada cuando el absentismo laboral de esa empresa es de casi el 14%, lo que repercute, sin duda, en el servicio que presta a la ciudad. Está bien que el comité de empresa defienda los derechos de los trabajadores, pero también deberían ser más exigentes con el trabajo que hacen y me da igual si la culpa es de la empresa porque no ponen todos los medios o si los camiones están averiados. Y lo mismo digo del Ayuntamiento de Málaga y de la empresa, que llevan diez años aplicando tiritas a un conflicto que no acaban de solucionar. ¿Esto es lo que se merece Málaga? Sin duda, no, pero ayer por lo que leo en la página web de este periódico ni se llamaron por teléfono.