Hay diferentes modelos de cantera entre los equipos que forman la élite de nuestro baloncesto. Por ejemplo, encontramos clubes que trabajan la cantera con el máximo objetivo de formar jugadores que puedan llegar al primer equipo. Estos clubes se plantean este objetivo por una necesidad económica puesto que entienden que si construyen el róster con varios jugadores de la cantera, abaratan la plantilla. Además, si son capaces de formar un jugador de enorme futuro pueden venderlo a clubes más potentes consiguiendo así ingresos.

Los casos más conocidos de este tipo de canteras pueden ser Joventut y Estudiantes. Ellos ponen a jugar a sus mejores jugadores de cantera en cuanto están preparados. Pero insisto en que lo hacen por diferentes motivos, el más importante, el económico, aunque sin duda tiene también mucho peso creer en el modelo y la tradición. Estos clubes suelen reducir el número de jugadores extranjeros en sus canteras a sólo aquellos en los que que ven un largo recorrido para trabajar y una proyección en el futuro. Su trabajo con los chicos que reclutan y forman no es a corto plazo, no buscan el resultado inmediato. Pretenden trabajar con ellos para que algún día puedan dar el salto antes o después al primer equipo.

Hay otro modelo que usan otros clubes. Crear cantera para ganar campeonatos. Estos clubes reclutan y forman a sus jugadores para conseguir el rendimiento ya. Está entre sus objetivos ser campeones de Andalucía, Madrid o Cataluña y ganar el campeonato de España en esta temporada. O fichan a estos chicos para tener la posibilidad de competir con los grandes clubes de ACB con equipos de cantera más potentes y con los que comparten ciudad o región. Reclutan jugadores que posiblemente tengan poco recorrido, pero que en el momento son perfectos para competir por su desarrollo físico. A muchos de estos chicos no los veremos jugar en la ACB, pero ayudan a que el equipo sea más competitivo. Ayudan a ganar. Se puede discutir incluso hasta la edad de nacimiento de alguno de ellos.

Este modelo es muy criticado a veces. Se dice de estos clubes que no buscan formar, sólo ganar. Posiblemente el Real Madrid en la actualidad es el exponente más claro de este modelo. Pero cuidado con esto. Es cierto que en los últimos años el Real Madrid está dominando los campeonatos de España. Tan cierto como que Luka Doncic es la nueva perla del baloncesto nacional y se está formando (todavía no lo está) en esa cantera y ahora en el primer equipo. Pero también podemos hablar de Willy Hernangómez, que ha sido ya internacional con la selección absoluta. O Santi Yusta, que también se formó en esta cantera y está jugando fenomenal en el Obradoiro en esta su primera temporada en la ACB. Por esto hay que tener cuidado con lo que se dice, porque es tan cierto que tienen como objetivo ganar campeonatos ya como que lo hacen formando jugadores.

Otro modelo puede ser el de tener una cantera a modo de obra social. Tienes equipos de cantera y presupuesto para hacer un trabajo serio, pero difícilmente pones a un chico a jugar en la ACB. Muchas veces no les das ni la oportunidad. Y es que no se cree en ello. El riesgo es alto y la presión también. En función del nivel que tenga el club, la plantilla y las competiciones en las que participes se hace más complicado formar a algún jugador preparado para dar ese enorme salto. La exigencia es grande, la paciencia pequeña y es fácil poner excusas para evitar esa oportunidad. Es más sencillo (si la chequera te lo permite, claro está) fichar a jugadores ya formados. Muchas veces el miedo o el riesgo pueden con todo.

Ahora se inicia otro modelo en clubes más pequeños y de reciente creación que intentan tener la estructura necesaria para ofrecer a sus jugadores el objetivo de acabar su formación académica y deportiva en Estados Unidos (atractivo objetivo). Éste es el caso de club Canarias Basketball Academy. Todos los modelos son respetables. Lo importante es creer en el modelo elegido y trabajar con máxima confianza para llevar a cabo los objetivos marcados. El error muchas veces es decir que se es una cosa pero hacer otra muy distinta.