La memoria personal de las cosas suele ser poco veraz, pues los filtros de todo tipo de la psique la falsean, pero a cambio aporta una carga emocional que no tienen libros ni crónicas. El «caso de la mano cortada» (1954) fue uno de los mayores éxitos de El Caso, el genial invento periodístico del asturiano Eugenio Suárez, que ahora tiene una segunda vida en televisión. En aquel tiempo la gente se moría en casa, y eso favorecía cierta necrofilia, que ha quedado cortada también de cuajo desde que existen los tanatorios y la incineración. Yo tenía 8 años entonces, y buscando en el fondo de mis pesadillas aquella mano en un frasco de las fotos de El Caso aparece enredada con la imagen de un brazo que cuelga de una chimenea (en la que el cadáver de una mujer había sido empotrado) en El fantasma de la calle Morgue. Compruebo que la película es también de 1954. El terror clasifica bien.