El oficio, por Francisco García Castro

¿Conocen de alguna aplicación que reponga, digo reponga físicamente, el cristal roto del lavadero? ¿Conocen una aplicación que instale la pérgola de la terraza? ¿Conocen de alguna aplicación que repare la fuga de agua del tercero? ¿Conocen alguna aplicación que pode la palmera? ¿Conocen alguna aplicación para adecentar la fachada? ¿Conocen?

Bruselas, por Luis Vinuesa Serrate

Desde lo de París se sabía que los que se llaman y llamamos Estado Islámico perpetraban «algo» en la capital de Europa, una vez se apresó y declaró el único huido no inmolado pero sí ideólogo de la masacre de Francia, Salah Abdeslam, que durante los siguientes cuatro meses ha estado oculto en su barrio marginal de Bruselas, cuyos vecinos, en complicidad, callaron sabiendo su paradero. De su interrogatorio, la policía no pudo impedir que sucediese lo peor en el principal aeropuerto y metro de Bruselas con más de 30 muertos y 200 heridos, muchos en estado crítico temiéndose por 4 de ellos. ¿Qué nos sucede en Occidente con tantos atentados del ISIS y esa inoperancia incompetente en evitar tanto caos e inseguridad ciudadana bajo el amparo de nuestros elegidos políticos y las fuerzas del orden público, que justifican no poder impedir que nos maten cuando y donde quieren, inmolándose para hacer el peor daño a su misma sociedad? No voy a ser el único en opinar que es la respuesta al fracaso social que consienten los 28 de la Unión Europea, en la que miles y miles de jóvenes que componen una generación han sido abandonados a su suerte yendo a engrosar las listas de parados del sistema, y otros, viéndose obligados a aceptar contratos basura por horas y días y con remuneraciones de miseria, y como último recurso prueban suerte viajando a Siria para volver adoctrinados a Europa con identidades falsas. Originariamente son jóvenes que viven en barrios marginales y son muy conscientes de su falta de perspectiva en el futuro, por lo que ante esta realidad se dejan influenciar por el primero que les ofrece dinero y «estabilidad aparente», si acceden a su oferta de integrar sus milicias en el nombre de Alá y en contra del sistema que impide una evolución natural en su sociedad. Con ello, caen en la inconsciencia y pérdida de valores, ofreciéndose en inmolarse porque son valorados porque ese dios se lo premiará en el cielo. Creo que así se da acceso al terrorismo que tanto odiamos, que lo tenemos en casa y al que muy difícilmente podemos hacer frente, si no cuidamos a esta joven generación dándole veraces oportunidades para que no acepte un sucedáneo en Oriente, si ya tiene un óptimo futuro de subsistencia en Occidente.