Lo que está naciendo

No parece haber dudas en que Educación y Sanidad son pilares fundamentales de la sociedad. Decir de antemano que no comparto la disgregación del saber en ramas separadas, pues todas ellas están interconectadas y forman parte del mismo árbol. Por ello, aunque ejerzamos habitualmente profesiones diferentes, lo verdaderamente inteligente es integrar el conocimiento de todas ellas.

Hecho este inciso, decir que la Educación es un aspecto previo a cualquier otro, y al que, por tanto, deberemos dar la importancia troncal que tiene. Pero yendo a lo que nos ocupa, lo que está naciendo, dentro del campo educativo, comienzan a surgir voces que nos encaminan a una auténtica revolución. Desde la vieja educación, centrada en un conocimiento estanco, proporcionado exclusivamente por autoridades, a la nuevas pedagogías que tienen en cuenta la sabiduría que el alumno aporta a las materias que se tratan.

Entre los sanitarios y sanadores también está surgiendo una revolución, pues cada vez somos más conscientes de la necesidad de ceder el protagonismo de la sanación a los pacientes. No soy fundamentalista en este extremo, ni niego la importancia del avance tecnológico en el campo de la curación, pero la sanación, la que compete no solo al cuerpo (soma), sino también a la psique y al alma que la sustenta, que tiene en cuenta no solo los desajustes bioquímicos, sino también los factores de inautenticidad y dis-estrés que se esconden y son previos a estos, esta sanación, insisto, se centra cada día más en el asesoramiento educativo de l@s enferm@s, para que estos conozcan, se hagan cargo y activen en sí mism@s su propio poder sanador. Para ello, es preceptivo, desprenderse de las distintas capas que esta sociedad en que vivimos, y nosotros mismos, hemos impuesto sobre nuestra consciencia y no nos dejan ver el fondo de los problemas.

Gerardo Hernández Zorroza. Málaga