No hay asunto. García Urbano era el estandarte de la renovación y un terrible malentendido ha provocado que su actuación estelar en la Carrera de San Jerónimo haya quedado en un mero ensayo. El presidente del partido en Andalucía, el presidente del partido en Málaga y el propio alcalde de Estepona no sabían que no se puede ser diputado y registrador a la vez. Es de lo más normal. Puede que haya asunto. Bendodo y García Urbano, a sabiendas de que no se podían compaginar esos puestos (de hecho ambos tienen a sus espaldas miles de horas de estudios en leyes), a sabiendas, digo, deciden poner en jaque a Carolina España para que eche a la gran jefa. España era la encargada de confeccionar las listas, y como se suele hacer en estos casos, que la eche una de las suyas. Con esta confabulación, los tres consiguen que la intocable Celia Villalobos sea relegada a un segundo puesto en la lista y por tanto pierda poder, cosa que tras ser nombrada para la mesa del Congreso parece que no ocurrió. Hay asunto. Bendodo y Moreno Bonilla le hacen creer a García Urbano que es la gran esperanza blanca, Villalobos aún sigue mandando en el partido (y más contando con su marido como hombre en la sombra de Rajoy) y eso no les conviene. Tampoco convencen las formas de García Urbano, les está desmontando el chiringuito, nada de grupis de partido en sus filas, ERE en el Ayuntamiento y encima alcalde sin cobrar, ¡quién se ha creído este! Es la jugada perfecta porque ni Villalobos ni García Urbano son beneficiosos para su causa, además a García Urbano se podría ocurrir querer ser candidato a alcalde de Málaga y un Patadón pa'rriba sería una jugada perfecta. Claro que entre Bendodo y Moreno ya no suman tantos años de leyes y la jugada ha salido rana. García Urbano se queda como el mejor alcalde en la zona y aspirante, si quiere, a alcalde de capital de provincia y Villalobos será la número 1.