«El crecimiento del bien en el mundo depende en parte de actos que nada tienen de históricos; y que ahora las cosas no nos vayan tal mal como podrían irnos se debe en buena parte a los muchos que vivieron fielmente una vida escondida y descansan en tumbas que nadie visita». Una frase cargada de justicia poética. La rescato gracias al escritor Sanz Irles, de su análisis culto y divertido (no son incompatibles los dos conceptos, lástima de asociación popularmente asumida) de Middlemarch, la gran novela de Marian Evans, conocida como George Eliot, el masculino pseudónimo con el que firmaba sus obras en el siglo XIX. Sanz Irles, a propósito, ha presentado en la Feria del Libro de Málaga su novela Tulipanes y delirios.

POLÍTICA DE BAR | Muchos de quienes descansarán de manera anónima, excepto para el recuerdo de sus amigos y familiares (y no necesariamente para todos sus familiares), hablan de política en los bares. Lo dice el CIS, que sabe de estas cosas. Según el baremo de abril alrededor de un 55% de los españoles se han preocupado a veces o bastante por el intento de formalizar pactos electorales en esta legislatura fallida. Es verdad que también sale un 20% que no habla ni se preocupa de política «Nunca», lo que quizá pueda resultar preocupante. O quizá no sea más que una disidencia por agotamiento, al menos en una parte de ese porcentaje. Y no es que haya que estar hablando de política sí o sí una vez al día. De hecho, hay quien es capaz de escribir un artículo tan divertido como interesante sin mencionar la bicha electoral, como por ejemplo hizo ayer en este periódico Gonzalo León buceando en los orígenes del pitufo malacitano, ese bollito de pan que ni es una viena ni media, con el que los malagueños nos desayunamos la vida cada mañana (aunque yo soy más de aceite todavía que de mantequilla o pitufo mixto, querido Gonzalo) Recupérenlo…

PITUFOS Y NUBES | «En la ciudad en la que se comen pitufos y se beben nubes» es fácil entender que el hecho de que aún no haya Gobierno en España no sea más que la séptima de las preocupaciones de los aún «no gobernados». Las cuatro grandes preocupaciones, las de verdad, son, en este orden, el paro, la corrupción, la economía y la clase política. Esos son los cuatro juanetes del apocalipsis que no dejan caminar a este país como debiera, según la mayoría de los ciudadanos encuestados. En la suma de los cuatro es donde casi se agota el porcentaje. Saliéndonos de eso, casi nada más; la falta de Gobierno histórica en nuestra democracia al séptimo pino.

CITRINO FANTASMA | La verdad es que aquí, en «la Málaga de los museos», da la impresión de que tampoco importa mucho otro siete, los casi siete millones de canon que aún no han devuelto los responsables de Art Natura al ayuntamiento, ni aún sin entender por qué se les dieron. A nadie se le puso la mirada cetrina por aquel citrino que nunca se expuso, ni por las gemas que jamás fueron un museo en el antiguo edificio de Tabacalera, donde llegó a vivir quien se paseaba en pijama para protestar ante los periodistas. El mismo que ahora protesta en la comisión de investigación municipal, Fulgencio Alcaraz, reservándose documentos incriminatorios para la fiscalía, según advierte vestido de calle. La comisión es la consecuencia de la pérdida de la mayoría absoluta del PP en las últimas Municipales, y en ella la oposición pretende establecer responsabilidades políticas en aquel museo de las gemas que no fue y que, quizá, tampoco pudo haber sido; pero que tanto nos costó.

MINORÍAS POR MAYORÍA | Tardar en acostumbrarse a la pérdida de la mayoría puede tener consecuencias. Conviene reaccionar a tiempo. Tal como se detuvo abril en el CIS nos permite inferir que tampoco habrá mayorías para junio. El PP resiste pero para qué si con Rajoy (el peor valorado del sondeo) no encuentra pareja que baile esta nueva música que tocan para gobernar. El PSOE se mantiene chispa más o menos en sus «resultados históricos». Podemos sigue sin poder. IU sube pero por ahí abajo (y lo de la suma matemática si confluyen con Podemos en las elecciones está por ver si sería una suma). Ciudadanos se estira pero no demasiado, y ya el CIS lo dejó caer desde un porcentaje aún más alto por su error en el último baremo antes del 20 D. Con todo, el español se declara feliz por mayoría.

SIEMPRE FELICES | He sumado que el 93,3% de los encuestados se declara desde suficientemente feliz hasta «completamente feliz». « Si con la ilusión de estar vivo de la mayoría de los españoles no han podido ni el paro ni la corrupción ni la falta de gobierno, a los malagueños, que nos bebemos las nubes y las sombras, no nos arruina nuestro pitufo de cada mañana ni el citrino que lo parió… Porque hoy es Sábado.