Seguramente la de que los niños no se lleven deberes a casa sea una buena medida educativa, familiar y de salud, pero la imagen de Pablo Iglesias, en su encuentro televisivo con unos pequeños colegiales bajo la moderación de Ana Rosa Quintana, contándoles que en el programa de Podemos está la supresión de esos deberes escolares, me resultó tan fuera de lugar e innecesaria, y a la vez tan paródicamente oportunista (como haciendo para cierta audiencia el chiste «estando aquí debo hacer mi trabajo»), y a la vez, sin querer, tan reveladora de una actitud ante la vida, y a la vez tan expresiva del formato campaña-spot publicitario, y a la vez tan denotativa del gusto de ciertos segmentos de edad -no infantiles, claro- por ese mensaje, y a la vez tan pensada pero en el fondo autodelatora, que a pesar de mi interés por el personaje cambié de forma instintiva y más bien pudorosa de canal.