Ni Manuel Chaves ni José Antonio Griñán se llevaron un euro, todo lo más tuvieron la torpeza de que sus equipos no controlaran las partidas destinadas a empresas en situación difícil y para pagar a trabajadores despedidos. Con todo, el fraude a las arcas públicas en la aplicación de los ERE asciende a 152 millones de euros,una barbaridad, sin duda, pero muy lejos de la demagógica cifra que suelta el PP.

Ha prevalecido, hasta ahora, las tesis de la juez Mercedes Alaya de abrir una causa general contra la Junta de Andalucía que ha hecho suya el nuevo juez y de un plumazo procesa a Chaves, Griñán, a seis ex consejeros y numerosos cargos políticos. Es sorprendente, sin embargo que el juez Martín se centre más en la vertiente política del caso que en el destino de los dineros supuestamente defraudados. Martín está adscrito a la conservadora Asociación Profesional de Magistratura. Y Rafael Hernando, el portavoz del PP, más feliz que unas pascuas. Este paso dado por el juez representa un duro golpe en la línea de flotación del partido socialista, en plena campaña electoral. Y como es normal, el PP andaluz ha hecho sangre y se frota las manos pensando en la rentabilidad en las urnas. Rafael Hernando vuelve a saludar con las orejas.

El PP olvida que ha tenido y tiene en la cárcel a presidentes autónomos por enriquecimiento por meter la mano en los dineros públicos e imputados o procesados altos dirigentes de la cúpula del PP valenciano, de Madrid, Castilla La Mancha, Castilla León, Murcia y Baleares y, además, con asuntos tan graves como el pago en negro sueldos a dirigentes del PP, entre ellos al propio presidente, Mariano Rajoy, que una parte de la sede nacional del PP ha sido pagado en B, que tiene a casi un centenar de cargos que se han forrado, que tiene sobre sí el grave problema de haberse pagado campañas electorales con dinero opaco fruto de la extorsión a empresarios. Lo penúltimo, el pago de una fianza de 1,2 millones de euros y estar empurado hasta el Partido Popular. Por mucho menos, en cualquier país europeo tanto el partido como su máximo dirigente hubiera saltado por los aires y ahí tienen ustedes repartiendo lecciones de ética y de sentido común, sin que haya habido fiscal o juez dispuesto a hincar el diente a Mariano Rajoy con todo lo que está lloviendo en su partido y desde hace años. Mejor es no seguir porque el demostrado hecho de que el PP es una gusanera no debe hacer olvidar que en Andalucía se acusa a los ahora procesados por el juez Martín de faltas administrativas (Manuel Chaves) aunque en el caso de Griñán también de malversación.

Yo digo y afirmo, porque así lo vengo manteniendo en otros artículos e intervenciones públicas, que Chaves y Griñán son inocentes y estoy convencido de que en el juicio oral quedará manifiesto, entre otros motivos porque, conociendo a ambos y considerándome su amigo, nada más lejos de que organizaran una mafia o trama para beneficiarse del dinero de los ERE, lo que no me impide aceptar que hubo muchos sinvergüenzas que sí lo hicieron.

El archivo de la causa contra Braulio Medel no le va a restituir el sufrimiento y calvario pasado. Hubo quien ya lo dio por sentenciado, sin esperar a la decisión judicial. Pienso y no creo estar equivocado que Braulio Medel era y es incómodo para determinados dirigentes, políticos y económicos. No es fácil mantenerse fiel a unos principios en tiempos tan cambiantes, como tampoco haber gestionado la entidad Unicaja de forma sobresaliente, sin necesidad de recurrir a las ayudas públicas. Tengo escrito que no había nada que lo inculpara lo que no evitó padecer el calvario porque sin esperar a decisiones judiciales ya lo habían sentenciado y hasta subido al cadalso. Sonrojaba pensar que Braulio Medel estuviera en la creación de una trama para delinquir. Se le ha hecho justicia, pero tardía. A ver quién lava ahora su imagen y la trayectoria personal al frente de una de las entidades mejor gestionadas de España, Unicaja. Lo dicho, respeto.