El vocablo histórico tiene variadas acepciones. Si a esta voz le acompañamos la palabra récord, nos hallamos ante una semana enmarcada por ambos términos: la Selección Española rompe su maleficio y gana un 13 de junio por primera vez en su historia; la cadencia de contratación en la provincia se asemeja a la del 2007, registrando casi 282.000 contratos, eso sí, incorporando la precariedad; el terral, este poniente cálido el cual nos da idiosincrasia, motiva el alcance de la temperatura más alta del año en la capital, superando los 40 grados en Rincón de la Victoria; entre enero y mayo el tráfico en el aeropuerto malagueño ha supuesto un incremento de un 14,8% con respecto al mismo período de la añada anterior, con una plusmarca de 5,6 millones de pasajeros, constituyéndose en la mayor subida porcentual entre los seis aeródromos más grandes del país; la antigua sede del Gobierno Militar, en el Paseo de la Farola, lleva abandonada más de 25 años por el Ministerio de Defensa, con toda la pesadumbre generada en un entorno tan representativo junto al muelle uno; los casos de padecimientos del cáncer de piel más arduo en Málaga duplican a la media nacional€

Pueden observar que estas marcas se ciñen a uno de los significados de la voz histórico, es decir, son trascendentales. Utilizando otro sentido de la misma entrada -histórico-, lo comprobado es la situación de las personas mayores. Según datos de las Naciones Unidas, entre un 3 y un 10% de los ancianos sufren maltrato. Hoy, Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, se debe tornar en una jornada de reflexión y reconocimiento hacia nuestros adultos mayores, los cuales nos legaron lo que somos y de quienes aprendimos a perfilar esta vida crucial. Para ellos, con el mérito de haber recorrido un largo camino, mi más entrañable consideración.