Braulio Medel abre una nueva vía en su vida profesional. De culillo mal asiento no se quedará en inanición de estar mano sobre mano. Pensar lo contrario es no conocerlo. El hasta ahora presidente de Unicaja Banco tiene en la cabeza una túrmix de ideas que hierven con arrolladora precisión, tal cual ha sido hasta ahora en sus 25 años de estar al frente de lo que hoy se conoce como Unicaja Banco. Braulio Medel, desde la presidencia de la Fundación Unicaja Banco podrá hacer valer iniciativas sociales y culturales para que esta entidad recupere su presencia en la sociedad andaluza como valedor necesario si quiere profundizar en el papel que esta entidad ha tenido en Andalucía y lo que se le exige ahora sobre todo cuando se ve que existen otras fundaciones de entidades bancarias que se trabajan lo andaluz en el intento de ser referencia en nuestra Comunidad.

Braulio Medel siempre fue un hueso duro de roer, al que no asustaron, sino todo lo contrario, las presiones de que fue objeto en momentos claves de la entidad que presidía. Braulio Medel ha sido y es un resistente de la verborrea y la diarrea mental de quienes vieron en él a una persona a la que era necesario descalificar. Tengo entendido que no perdía un solo segundo en estas engorrosas tareas, incluso de cuando se le insinuó que se hiciera a un lado o le tendían trampas, dedicando su esfuerzo y trabajo al objetivo que se había marcado a sangre y fuego, como un tatuaje imborrable, que no era otra que situar a Unicaja entre las entidades más solventes y mejor gestionadas de España. Lo consiguió y con creces.

Lo fácil sería relatar logros y objetivos cumplidos de Braulio Medel al frente de esta entidad y me imagino que así se hará por parte de los órganos rectores del banco; será objeto de alabanzas y felicitaciones múltiples, todas ellas lógicas. Yo digo sólo que Unicaja en la actualidad es fruto de Braulio Medel, como se pudo decir de la extinta Cajas de Ahorros de Ronda y su fundador Juan de la Rosa. El trabajo de Braulio Medel está tan ligado a Unicaja que podría decirse que son una misma cosa y que le entidad que diseñó en su mente hace unos diez años se ha convertido en realidad, quizás con algunos deseos que no pudieron cumplirse como fue conseguir la gran entidad andaluza, con integración y fusión de las varias cajas andaluzas que estaban en liza. Esta es una historia pendiente de ser escrita porque en su momento se dijeron tantas barbaridades que ni es posible, ni deseable, se mantenga tesis y opiniones sobre algunas personas, entre ellas sobre Braulio Medel, que no se sostienen; es más, faltan a la lógica y sobre todo están inmersas en mentiras que se solapan con medias verdades.

En cualquier caso, Braulio Medel podrá decir (algo que no hará) y decirse de él que ha sido pieza clave en la estructura social y económica de Andalucía en estos 25 años en los que llevó el timón de la entidad, rodeado de un solvente equipo, discreto, eficaz y sólido en el que ha habido piezas fundamentales en todas las estrategias diseñadas por Braulio, tal cual fuera una partida de ajedrez, juego intelectual y de materia gris al que es tan dado en sus pocas horas de asueto. Resaltar de este reducido grupo a personajes como Juan Fraile, leal hasta la médula y quizás su paño de lágrimas en momentos claves cuando un sector del socialismo andaluz le largó varias andanadas a la línea de flotación. Con Manuel Azuaga al frente de la gestión bancaria, de probada lealtad y solvencia profesional única, que colaboró estrechamente con Braulio Medel para situar a la entidad entre las más solventes y mejor gestionadas de las cajas españolas; José Manuel Domínguez, en el laboratorio de ideas y proyectos, incluyendo la racionalidad que le permite dominar el, a veces pantanoso, campo donde se cocinaban las grandes acciones de Unicaja. Y más en la cocina, Ángel Fernández Noriega, que trajo Braulio Medel desde Madrid y que le tocó bailar con la más fea, los ataques injustificados a Medel, las entrañas de lo que fuera las bases de la Ley de Cajas y la consolidación de la marca de Unicaja en la sociedad tanto andaluza como nacional.

Quiero pensar que cuando pasen unos años y se afiance el panorama bancario español, todavía por cerrar, se sepa valorar el papel tenido por este catedrático de Hacienda, discreto, a veces hermético y de sonrisa irónica, poco amante de salir en los medios informativos, consumado político en la gestión de ideas y resistente como el pedernal cuando sobre él y sobre la entidad llovían chuzos de punta. Al final de su gestión al frente de Unicaja Banco hubo un desaforado intento por hacerle morder el polvo, con amenazas que no se sostenían, buscando la pena de banquillo y del telediario, del paseíllo ante los medios como si se la hubiera llevado manso; es más, como si hubiera propiciado un grupo mafioso para vaciar las arcas públicas.

Braulio Medel deja la presidencia de Unicaja Banco en cumplimiento de la ley, pero queda su obra por mucho que algunos (as) haya querido manosearla de forma soez. Andalucía está en deuda con él.