Esta frase atribuida a Sócrates de Atenas, el gran filósofo griego, por su discípulo Platón define a la perfección cómo me encuentro de cara a los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. La textualidad de la frase original «este hombre, por una parte, cree que sabe algo, mientras que no sabe. Por otra parte, yo, que igualmente no sé, tampoco creo» nos hace ver que nada se puede conocer con certeza absoluta por muy seguros que estemos. Por eso aunque yo creo que España luchará por las medallas en el baloncesto olímpico, no puedo esconder ciertos temores a vivir una experiencia similar a la ocurrida en el mundial de España en 2014.

Si analizamos fríamente los datos, España es clara favorita a la plata solo por detrás del equipo americano. Somos los actuales campeones de Europa y no parece que el resto de los rivales estén a la altura. La peculiaridad de la competición olímpica de baloncesto es que muchas veces es más difícil llegar a ella que obtener un buen resultado. En un europeo te puedes encontrar muchas selecciones de primer nivel, en el torneo olímpico al ser solo 12 los participantes y al tener que estar representados todos las continentes, el nivel desciende bastante.

El grupo de España debería ser más que asequible para Pau Gasol y compañía. Las bajas han dejado a Brasil muy tocado, los años comienzan a pesar demasiado en Argentina y a pesar de las dos victorias ante nosotros en la gira veraniega, Lituania creo que está un peldaño por detrás en España, al menos cuando llegan los momentos decisivos. Una cosa son «los bolos» veraniegos y otra muy distinta la competición. Croacia, que ha jugado a un buen nivel, y Nigeria no parecen tampoco rivales muy peligrosos para nuestra selección. No digo que cualquiera de ellas no pueda ganarnos, digo que si lo hacen será una sorpresa.

El grupo de Estados Unidos parece muy estructurado. Con los americanos en la primera posición, franceses y serbios luchando por la segunda plaza, los australianos cuartos y China y Venezuela eliminados en la primera fase. Cualquier otro resultado sería una sorpresa. Llegados a este punto llega el temible cruce de cuartos. Si España es primera debería tener un cruce asequible con la campeona de Oceanía y si somos segundos o terceros la cosa se complica más porque deberíamos ir a un cruce a vida o muerte con Francia o Serbia. No me da miedo pero es mucho más complicado y sobre todo nos podría llevar a una semifinal con Estados Unidos y eso son malas noticias si queremos nuestra tercera final olímpica consecutiva. Pero volviendo al título de este artículo, un tropiezo ante Croacia en el primer partido podría tirar por aire todas estas previsiones, y teniendo en cuenta que a nuestra selección siempre le cuesta entrar en los campeonatos es una opción posible.

Mientras los americanos viven en su mundo. Con el dinero por castigo, sus integrantes cobrarán el próximo año más de 210 millones de dólares sólo en salarios, el peor pagado Kyle Lowry tiene firmados 10,7 millones y tres de sus integrantes superan los 20 millones. Por comparar, los salarios de los nuestros son algo más de una cuarta parte, algo más de 60 millones. Y como es tradición en los equipos de baloncesto NBA en los JJOO la Villa olímpica ni pisarla. Esta vez se alojarán en un lujoso transatlántico de nombre «Silver Clop». Espero que el nombre del barco sea un presagio y se lleven de Brasil la plata dejándonos a nosotros el oro. Suerte...