Millán Astray, un buen demócrata

No me sorprende que representantes de la Hermandad de Legionarios estén moviendo sus influencias y presiones por los pasillos del Ayuntamiento de Madrid para que permanezca la calle de Millán Astray en el callejero de Madrid, es más, diría que se sienten legitimados por personajes como Esperanza Aguirre, pero déjenme que le exponga mi reflexión al respecto. Si algo recuerdo de la historia de la Guerra Civil, es las falsa épica que me toco oírle a mi padre, guardia civil durante la contienda y militar hasta su retiro a comienzos de los 70, sobre las grandes hazañas de Millán Astray, siempre, eso sí, haciendo alusión a sus heridas de guerra, a la Legión y a las frases patrioteros del famoso Tercio, como aquella que inicia su himno, «novio de la muerte». El caso, es que no recuerdo donde estaba esta hermandad, o la de Alféreces Provisionales, o la de Sargentos provisionales, etc. el día 23 de febrero de 1981, aunque me temo que conspirando o descorchando una botella de cava. En fin, que a estos señores además de darles clases de historia, de la de vedad, habría que hacerles un examen sobre la Constitución y a la «lideresa», pues también.

Francisco Javier España MoscosoMálaga