Y el Óscar al mejor actor secundario es para...: Albert Rivera

Albert Rivera nos ha sorprendido a todos con el mejor papel de su vida. Hierático, apasionado y como buen actor que es, creyéndose todas y cada una de las cuestiones que exponía, el presidente de Ciudadanos dejó la pelota de la investidura en el tejado de Rajoy, eso sí, con un tufo de apaño que tira para atrás. Pero el caso es que, además de no ser creíble, las condiciones que adujo el señor Rivera no se corresponden con los asuntos urgentes que debe afrontar este país a corto y medio plazo y como ejemplo expongo algunos en forma de preguntas: ¿Qué pasará cuando la hucha de la Seguridad Social se vacíe a finales de 2017? ¿Se incluirá ese desfase anual de 14.000 millones en el déficit público o se bajarán las pensiones? Y en caso de cambiar el estatus quo de las mismas ¿se convocaría el Pacto de Toledo o ya estaría decidido el cambio hacia un sistema parecido al modelo chileno? ¿Se van a seguir incentivando los contratos de trabajo precario y bajas cotizaciones o por el contrario se estudiará un cambio de modelo productivo que genere empleo de calidad con unas cotizaciones que permitan mantener el actual sistema intergeneracional de las pensiones? Señor Albert Rivera, su fanfarria populista no me ha hecho olvidar que tengo 58 años, tres hijos mayores, dos nietos y un país sin futuro.

Francisco Javier España Mocoso.

Francisco Javier España. Málaga