Hay que considerarlo como éxito, es injusto pensar en otro calificativo. Que nuestros equipos de baloncesto tengan la posibilidad de sumar dos medallas, con lo caras que están, al equipo español es algo de un enorme valor por su dificultad y porque muy pocos países (exceptuando a los americanos) son capaces de ganar medallas en chicos y chicas en el mismo deporte.

Lo de nuestro equipo femenino es una gesta. Jugar una final olímpica frente a Estados Unidos es algo que muchas de esas chicas han debido de soñar muchos años, sueño que ayer se hizo realidad. Las americanas son un verdadero dream team y la diferencia física y técnica es insalvable para nuestro equipo y para el resto de equipos del mundo. Pensar en ganarles era un imposible. Fue una final para disfrutar, para recordar tantas horas de entrenamiento y de sacrificios, para pensar en todos esos entrenadores que, en pistas de cemento, pasando frío o calor, secando charcos para poder entrenar, inculcaron en esas niñas el amor por este deporte e iniciaron un camino para ellas en el que ahora de la mano de Lucas Mondelo (¡vaya fuera de serie!) recogen su premio.

Todos hablan de cómo luchan nuestras chicas, de cómo se parten el alma y del hambre y la ambición que muestran. No se sienten inferiores a nadie. No han llorado por no contar con la que posiblemente es su mejor jugadora, Sancho Lyttle. Sin duda tienen razón y nos sentimos muy orgullosos al oír hablar así de nuestra selección femenina. Pero es que juegan muy bien a baloncesto también y creo que esto hay que decirlo más alto todavía. Esas chicas tienen un desparpajo y un talento fuera de lo común. Ganan gracias a lo bien que juegan porque sólo luchando es muy difícil ganar.

Nuestros chicos han hecho un campeonato de menos a más que me recuerda mucho al último europeo. Lástima que nos encontráramos en semifinales a Estados Unidos. El equipo nunca tiró la toalla, no se dejó ir en aquellos momentos en los que parecía que los americanos rompían el partido. Bien es cierto que dio la sensación de que Gasol estaba muy cansado para luchar tantos minutos contra Cousins y Jordan, mucho más físicos y descansados. Para ganarles necesitábamos que todos nuestros jugadores hicieran un partido perfecto y esto no ocurrió. Echamos de menos la aportación de alguno de ellos. Los americanos, por su parte, parecía que tenían al menos una marcha más que no tuvieron que usar porque les vastó con lo que producen en segundas opciones en rebote de ataque (cerca de treinta puntos). Esta derrota no empaña la historia que este equipo ha hecho en todos estos años, todo lo contrario, nos hicieron sentir muy orgullosos por pelear cara a cara contra un equipo mucho más físico y con una calidad individual en alguno de sus jugadores fuera de lo común.

Hoy pueden seguir haciendo historia si consiguen ganar el bronce, un bronce que sabrá a oro y que será un broche fabuloso para una generación de jugadores que ha revolucionado el baloncesto en España.

Hoy también podremos disfrutar de la final olímpica en categoría masculina. En ella se enfrentan los que han demostrado ser los mejores equipos del campeonato. Por un lado los americanos, que hacen un baloncesto muy físico, basado en las individualidades en ataque gracias a la técnica individual de sus jugadores principales. En su defensa de cambios continuos también hay un trabajo de máxima responsabilidad individual en la defensa del uno contra uno.

Por otro lado Serbia, que tiene un equipo con la edad perfecta para afrontar el partido, físicamente y en maduración de sus mejores jugadores. Ellos poseen como virtudes las que más daño pueden hacer a los americanos: una defensa muy colectiva para contrarrestar con ayudas esas individualidades del USA Team, y un juego ofensivo basado en el pase que hace mucho daño a esa defensa tan individual y poco colectiva de los americanos. Sin duda que el trabajo de Djordjevic está detrás de ambas.

Tenemos por delante una final preciosa. No olvidemos que los serbios son el único equipo que ha estado a un tiro de forzar una prórroga a Estados Unidos. También podremos comprobar si es cierto que los americanos tienen esa marcha más que no han tenido que utilizar en el campeonato.