Los estudios de Hollywood se negaron a financiar la película que el cineasta estadounidense Oliver Stone dedica al más famoso exiliado político de aquel país, Edward Snowden, el excolaborador de la CIA y la NSA que reveló el espionaje masivo de los servicios de inteligencia norteamericanos en todo el mundo.

«Todos los estudios leyeron el guion y lo rechazaron. Lo cual me sorprendió porque se trata de un guion muy decente. Lo leyeron y me dijeron: es estupendo, nos encanta, ya te llamaremos, pero no volvimos a saber nada de ellos» explica Stone en declaraciones al Suddeutsche Zeitung.

«Lo consideran demasiado antiamericano», dice el más rebelde de los cineastas norteamericanos, que ha terminado rodando su nueva película en los estudios cinematográficos Bavaria, de Múnich.

Su productor, el alemán Moritz Borman, que vive y trabaja desde hace tiempo en Los Ángeles, donde ha producido, entre otros filmes, La vida de David Gale, con Kevin Spacey como protagonista, consideró «más seguro» rodar fuera de Estados Unidos la película sobre Snowden.

Para los norteamericanos, Snowden es un personaje mucho más polémico que para los europeos, afirma Borman: «Era demasiado arriesgado rodar allí. Podía ocurrir que, por lo delicado del tema, en medio del rodaje nos retiraran de pronto el permiso»

El presupuesto de la película, que llevará simplemente el título de Snowden y se estrenará en Alemania este mes de septiembre, es de 46 millones de dólares, una cantidad que puede parecer elevada, pero que no llega el nivel de las grandes superproducciones.

«¡El dinero que nos hemos gastado sólo en abogados! Para los acuerdos con el coproductor francés, la distribución rusa y la estadounidense, además de con un productor privado que decidió también invertir», explica Borman.

El Estado de Baviera ha aportado 1,6 millones de euros del fondo de fomento de la industria cinematográfica destinado a las coproducciones con el extranjero.

Dinero que se recuperará con creces ya que el rodaje está suponiendo trabajo para muchos técnicos locales, además de ingresos para la hostelería y la restauración de la capital bávara.

Hollywood sigue siendo importante a la hora de decidirse el rodaje de un filme porque allí trabajan productores y guionistas, pero luego el rodaje se produce muchas veces en Europa, aprovechando tanto subvenciones como exenciones fiscales, además de la existencia de equipos de técnicos muy competentes.

Los estudios cinematográficos más importantes de Alemania son los de Babelsberg, en Potsdam, donde Steven Spielberg rodó su Puente de los espías, el llamado puente Glienicke, sobre el río Havel, que ocupó un importante papel en la Guerra Fría y que por cierto está a poca distancia de aquéllos.