En los 26 años de experiencia de Málaga Acoge hemos constatado que la sociedad malagueña es plural, abierta y diversa. Unas virtudes que la han convertido en uno de los principales motores sociales y económicos de la región. Esta realidad, en los últimos años, está cambiando peligrosamente.

Tanto en Málaga como en el resto de España se está abriendo paso un discurso discriminatorio hacia la población inmigrante. Alentado por la situación de crisis que vivimos y los rumores vinculados a la inmigración, este discurso se está asentando en nuestra sociedad y empezamos a ver actitudes discriminatorias en distintos ámbitos.

Todos hemos presenciado en momentos cotidianos de nuestro día a día comentarios y actitudes basados en nada, sin certezas, medias verdades que responsabilizan a las personas inmigrantes de la situación. Una realidad que no debería pasar inadvertida para las autoridades, el año pasado un informe de Naciones Unidas urgía al gobierno español a impulsar un plan para luchar contra estas actitudes racistas y xenófobas, pero las iniciativas impulsadas no han sido suficientes para revertir la tendencia.

En las últimsa semanas dos noticias nos han puesto en alerta: la encuesta realizada por el Pew Research Center que afirma que el 50 por ciento de los españoles tienen una opinión negativa sobre las personas musulmanas, con un aumento de más del 8 por ciento en el último año; y la investigación en la que ha colaborado la Universidad de Barcelona junto con otras 10 entidades europeas denominada «Contextos, experiencias y respuestas al discurso de odio internet», un estudio que no sólo nos corrobora el escandaloso aumento de la islamofobia en las redes sino sobretodo la pasividad de las redes, autoridades y propias víctimas en su respuesta.

Desde Málaga Acoge insistimos en la necesidad de construir y apuntalar una sociedad donde la convivencia en la diversidad siga siendo una de sus principales potencialidades. Como sociedad la inmigración nos beneficia en muchos aspectos: su juventud, su fuerza productiva, ambas necesarias para mantener, por ejemplo, el sistema de pensiones tal y como lo conocemos actualmente se suman al gran número de ventajas constatables que nos animan a seguir trabajando por una sociedad en la que todas las personas, da igual su origen, color, sexo, idioma, religión, opinión política, posición económica o cualquier otra condición, tengamos los mismos derechos y deberes.

Con ese objetivo insistimos en una iniciativa que pusimos en marcha hace dos años: Stop Rumores. Una estrategia de impacto comunicativo y social que tiene como objetivo luchar, de forma sostenida en el tiempo, contra los rumores y estereotipos negativos que dificultan la convivencia en la diversidad. Una estrategia en la que necesitamos que se involucre activamente toda la sociedad, especialmente las instituciones públicas que deben velar por el bienestar de la sociedad en su conjunto y que hasta ahora consideramos no están enfrentando el problema con la contundencia que requiere. Un esfuerzo urgente, en la que toda la sociedad tiene un papel crucial y al que la preocupante situación que estamos viviendo nos exige responder de forma inmediata.

*Arantxa Triguero es presidenta de Málaga Acoge