Dice Elías Bendodo, presidente provincial del PP, que el pacto en Mijas entre el PSOE y Ciudadanos no va a afectar a la Diputación. En cualquier caso eso lo tendría que decir Ciudadanos, que es el que sostiene al PP en el ente provincial. Con la entrada en tromba del PSOE en el equipo de gobierno de Mijas el litoral se va destiñendo un poquito más de ese color azul PP que tenía hace nada. Los socialistas gobiernan con más o menos tino y con más o menos mayoría en Torremolinos, Benalmádena, Marbella, Vélez, etc, etc. No han hecho mucho estos años atrás por ganarse a esas capas urbanas de clase media o media alta que necesitaban un discurso a medida, que les hiciera atractiva la socialdemocracia. Simplemente han surgido nuevos partidos, nuevas alianzas, fragmentaciones. Y el PP, que no quitó las momias a tiempo. Una vez en el poder, y casi según por una ley matemática y universalmente conocida, el poder tiende a mantenerse, a no ser que uno maneje sus resortes como un mono una ballesta. Ballestas tienen, desde luego... El PP azuza en la oposición y achucha. En las oposiciones. E intenta que hagan el mono. Los dirigentes del PP se ríen del tuercebotismo del PSOE en Málaga capital, pero según pasan El Palo o la

desembocadura del Guadalhorce se les hiela la risa y no comprenden por qué los pacodelatorres no se les multiplican por los pueblos. Paradójicamente quieren quitarse a De la Torre de enmedio. Que para rizar el rizo del paradojismo está ya también cercano a no ganar elecciones.

Los socialistas tomaron ayer posesión de sus nuevas tierras mijeñas como Colón en el segundo viaje, o sea, no tan desnortados como cuando no conoces el terreno pero aún un poco recelosos de los nativos. El principal de ellos responde al nombre de Juan Carlos Maldonado, y lo han dejado en el trono un poco como Hernán Cortés dejó a Moctezuma. El jefe del desembarco, Francisco Conejo, tomó posesión del Ayuntamiento ayer, salió en Canal Sur y todo. Los naranjas han quedado cercados por la cantidad de áreas que controlan los socialistas, una de ellas Comunicación, con cuyos medios adscritos pueden bombardear sus emisiones sobre Fuengirola y otros lugares, pensando que hacen lo mismo que hacía Radio Pirenaica desde Francia hacia España.

La política provincial ha experimentado una sacudidita y hay incluso réplicas en camino y hasta movimientos que afectan a puntos remotos como Arenas, pequeño municipio con moción de censura. La batalla de fondo es la Diputación. El PSOE sueña con que esa preeminencia política costeña le granjee votos suficientes para asaltar la mole de Pacífico en un futuro. Ciudadanos incide en que vigilará muy mucho el cumplimiento de los pactos. Son tantos (Andalucía, Málaga, Mijas...) que tienen más vigilantes que militantes.