Rajoy mudo, don Tancredo. Le da votos. Corrupción, más corrupción, le da votos. Mentiras, las mentiras de De Guindos, le da votos. La caradura de Soria, le da votos. La senadora Rita Barberá, le da votos. Sus silencios, y su plasma, le dan votos. Rajoy en estado puro, le da votos. Y pacto con Ciudadanos, le da votos. A Rajoy le perseguirán durante años los múltiples casos de corrupción, pero ahora le dan votos. Y el no, no, no de Pedro Sánchez, le da votos. Que Bárcenas da marcha atrás, tenga suscritos pactos secretos con el PP, le da votos. Y el ventilador abierto por Jaume Matas, con derivadas Arenas, le da votos. Que por Ourense pasea y hace footing, con un acusado de presunto acoso sexual, de nombre Baltar, le da votos. Rajoy, autista político, practicante del plasma, con cinturón de castidad (50 metros) para evitar la contaminación de los periodistas, le da votos.

Rajoy ya está pensando en la segunda investidura y se refocila que los socialistas anden a la greña, mientras que él, cercado por un horizonte judicial, ande ligero de alforjas, repartiendo culpas a diestro y siniestro. A Rajoy le espera un culebrón judicial de largo recorrido y si consigue que los barones socialistas, no todos, le hagan la cama a Pedro Sánchez, miel sobre hojuelas. Rajoy, como salvador de la patria, pregona a los cuatro vientos su buena nueva y se siente ufano de cómo por más tropelías que cometan sus huestes y vasallos él está a punto de consumar su pervivencia, cueste lo que le cueste.

Y lleva razón y esto se dice para su coleto: He ganado las elecciones, he subido 14 escaños, le saco 52 escaños a los segundos, los socialistas, ergo tengo derecho a ser investido y ser presidente; lo otro, lo que pretende Pedro Sánchez, buscando alianzas con radicales de baja estofa es, ni más ni menos, que un putiferio, para que me entiendan, un caos, sin orden ni concierto. Por tanto, amigos míos, lo mejor es que haya unos cuantos diputados socialistas aquejados de próstata o dados a ir al mingitorio y ser coronado, de nuevo, como rey de La Moncloa y de cuantas Españas haya, al menos 17 (esto no lo digo yo, lo dicen mis amigos los podemitas de Iglesias).

Y mire usted, sigue razonando MR, si hay terceras elecciones, el tal Pedro Sánchez, con el que no me como ni una rosca, me pondrá en bandeja subir tres puntos y medio más (sondeo interno made in Arriola) lo que significa entre ocho y diez diputados más. Esta es la cuestión y por eso ando ufano por tierras gallegas hablando de pulpo y pepinos; al fin y al cabo es lo mío. Pulpo de poderosos tentáculos, sin que nadie me tosa, ni dentro ni fuera de mi partido y el que lo hace ya sabe lo que le espera: por donde amargan los pepinos.

Y a todo esto, viene el órdago de la fiscalía anticorrupción (bajar el diapasón de Rita Barberá, de Soria, de Bárcenas, de Matas, de Ignacio González) y concluye que hay que meter en la trena al expresidente Griñán y a no sé cuántos consejeros más y petición de penas de inhabilitación a Chaves, Zarrías y Magdalena Álvarez. Tiempo habrá para hablar y escribir de la petición del fiscal porque, siguiendo las tesis de la instructora primera, la juez Alaya, aquí se abre una causa general contra la Junta de Andalucía, con unos acusados que, salvo el tal Guerrero, no se enriquecieron, no se llevaron el dinero a paraísos fiscales, ni mintieron, ni como ha dicho Manuel Chaves, «en mis 19 años de presidencia en el consejo de Gobierno no se aprobó nunca nada ilegal». El juicio pondrá blanco sobre negro, al tiempo.

P.D. (1) La servicial Ana Pastor, marioneta de su jefe Rajoy, evidencia que el Parlamento debe estar al servicio del Gobierno. Triste final para una política sin personalidad.

(2) ¿Me puede explicar alguien qué tiene Celia Villalobos con el fiscal Conde Pumpido? Ya lo tengo y en ello me ayuda Carlos Herrera (COPE): «€ fue un sectario profesional al servicio de Zapatero». Le ha faltado decir que el fiscal es el jefe del pitufeo valenciano.

(3) Juan Marín, el líder de Ciudadanos en Andalucía, se tentó la ropa antes de sentarse con Moreno Bonilla para enderezar Andalucía, tal cual propone el jefe pepero andaluz.