¿Reparamos el daño causado?

Nuestro compañero Miguel Ángel Soto, al que despedimos hace dos días, no ha podido ver esta noticia.

El Juzgado de Instrucción 16 de Sevilla ha acordado sobreseer las diligencias incoadas en el año 2012, por un presunto fraude en torno a las subvenciones concedidas por la Consejería de Empleo a CCOO-Andalucía, para acciones de divulgación y sensibilización en prevención de riesgos laborales. El juez instructor adopta tal decisión al entender que la Fiscalía ve «demostrada la existencia de irregularidades, pero no de modo que puedan calificarse de distracción de fondos con la finalidad de enriquecimiento del sindicato».

A través de un auto emitido el 14 de septiembre, el juez Juan Gutiérrez Casillas acuerda archivar estas diligencias incoadas contra CCOO de Andalucía y la exdirectora de la Seguridad Social de la Junta de Andalucía Esther Azorit, toda vez que en la causa también figuraba como imputado el secretario de Finanzas de CCOO de Andalucía, Miguel Ángel Soto, recientemente fallecido.

Causas archivadas como la de Aznalcóllar, el sobreseimiento parcial para determinados clientes del caso ERE, la reciente de los gerentes del SAE, ahora el de las subvenciones a CCOO, demuestran que hay que relativizar al máximo las imputaciones de los servidores públicos y evitar ofrecerlos a la opinión pública como si ya estuvieran condenados por el simple hecho de la imputación. Como se comprueba, son muchas las causas que tras la exposición de la tesis defensiva son finalmente archivadas o sentenciadas con absoluciones y sin embargo, el ingente daño producido a estas personas por la inicial virulencia mediática es para ellos irreversible, a pesar de que tras pasar por la justicia penal se demuestre que no cometieron ilícito penal de clase alguno.

Los que vivimos de primera mano la imputación, los que vimos entrar a la policía judicial en CCOO, luego que tuviera que ir a declarar Miguel Ángel y que su imagen saliera en todas las televisiones, con el consiguiente perjuicio en sus familiares, sabemos lo que sufrió con esto. Algunos sabemos que sufrió mucho más de lo que mostraba públicamente. Le vimos alicaído mucho tiempo, tenso y, desde luego, jodido. No creo que esto haya sido la causa de su infarto, pero ha contribuido sin duda a que su estado de salud se haya resentido desde entonces. Ahora comprobamos que medios de comunicación, una vez que se ha aireado la noticia que nos acusaba a todos y todas los sindicalistas de CCOO de ser unos «chorizos» le dedican el mismo espacio para decir que se ha archivado. Algunos contribuirán a que la noticia de la exculpación de CCOO de malversar fondos también reciba su espacio en los medios, y con ello la imagen dañada de nuestro compañero Miguel Ángel Soto, que desgraciadamente no tuvo la oportunidad de alegrarse de ella. Otros, sólo se hicieron eco de las acusaciones infundadas que deterioraron la imagen de CCOO y de nuestro compañero Miguel Ángel, en detrimento de la defensa de todos los trabajadores y trabajadoras, y no lo harán de esta nueva y positiva noticia.

Comisiones Obreras

Málaga