La Málaga oculta

Málaga tiene un patrimonio natural y cultural impresionante, susceptible de transformarse en recurso turístico sostenible (sin degradarlo ni agotarlo en su explotación). Pero seguimos ofertando ‘pescaíto’ frito (ilegal en muchos casos), playas (artificiales), mar (sucio) y Picasso, un recurso artificial creado en torno a una de las muestras más flojas de este prolífico artista. Pero no nos enseñan lo mejor.

Los últimos neandertales de Europa vivieron en nuestra costa hace 35.000 años; los fenicios colonizaron hace 12.000 años este enclave (Malaka), posiblemente antes que Cádiz (Gadir); las factorías romanas de ‘garum’ están debajo de nuestras calles, los árabes dejaron un legado impresionante y la industria del siglo XIX, pionera en muchos aspectos, puso a Málaga en el mapa de Europa. El mineral magnetita que se obtenía en las montañas de Ojén se fundía en Marbella y se afinaba en Málaga, y el hierro que salió de nuestra ciudad proporcionó durante décadas más del 70% del hierro utilizado en España. Su gran puerto, su crecimiento... se lo debemos a la Málaga industrial de la que nos hemos olvidado, no del ‘pescaíto’.

Hace unos días descubrí una iniciativa privada que me emocionó. Intentando mostrar el espectacular patrimonio geológico de la provincia, un geólogo malagueño ha montado en la calle Bailén una exposición permanente con los minerales, rocas y fósiles más interesantes de la provincia. Pude ver los minerales malagueños que fueron explotados por los romanos hace 2.000 años y por los Heredia en el siglo XIX, bien explicada y mejor atendida por este emprendedor científico. Todo ha salido de su bolsillo. Vale la pena la visita y la contribución con nuestra entrada para mantener esta iniciativa, discreta pero digna.

Bernardo Criales RomoMálaga