Vuelve uno después de una vacación septembrina, antioxidante, lectora y algo colesterosa. Sin las pilas cargadas. Las pupilas se aquilatan de nuevo al territorio. Los periódicos de todos estos días atrás se amontonan en el escritorio. Mazos de papeles que nadie ha leído y que yo repaso como con sensación de ya visto, ya oido, y mascado y digerido. Las páginas reflejan afanes de otras jornadas, gente que proclama cosas, sucedidos de la ciudad y el orbe, la región y el país. Resultados deportivos, gestas solidarias, zancadillas políticas, un texto sobre la no vigencia de Echegaray como comediógrafo, Felipe González con sus cosas, una entrevista a un profesor partidario de eliminar los deberes, un informe sobre la deriva de la socialdemocracia, chismes del corazón y del cerebro, un enviado especial que cuenta su día a día en Corea, la crítica ácida de un libro que a mí me ha gustado mucho, la reseña de un concierto que es calificado de petardo, un poeta que pontifica sobre la religión, un cura que lo hace sobre política. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha nombrado un nuevo portavoz, dice un texto. Como si él mismo no fuera ya y siempre el portavoz único y de sí mismo. Un concejal se convierte en no adscrito tras abandonar su partido, que tampoco está muy claro cuál es. También puede convertirse sin saberlo en personaje de un relato. Siempre me han fascinado los no adscritos, los díscolos, los outsiders, los ahí os quedáis. Tal vez sus antaño compañeros le hagan el vacio. Tal vez a nadie le importe. También está lo de Rita Barberá, que duerme en el escaño en lo que es el vivo retrato (¿el dormido retrato?) de un país en el que a nadie nada le quita el sueño, por mucho que a Sánchez quieran quitarle la silla. Se me ocurre un tonto retruécano: «Sánchez está a-Ferraz-do al cargo». El aserto es no obstante arriesgado, ya que los efectos del comité federal de ayer no son aún conocidos por el cronista. Hay más fotos de Susana Díaz que del Málaga. La carta de un lector se queja de la invasión que en no pocas calle supone el carril bici, que adosado a una terraza impide el paso de los peatones a no ser que tengan alas. Feria de Torremolinos. Un hombre se come trece donuts en tres minutos. Trump llama gorda a Hillary. De hecho, como gobierne la va a liar muy gorda. Lo que le hacía falta al mundo es un gordo maleducado y racista, ramplón y bocazas dirigiendo USA. Eugenio Chicano ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Telmo. Chicano es un sabio, un artista, una caja de anécdotas, un gran hombre al que media Málaga fue a escuchar al salón de los espejos. ¿Podría alguien calcular cuantas personas a lo largo de la historia han visto reflejada su imagen en esos espejos? De hecho, ¿es un nombre figurado y en realidad no hay espejos? He estado en esa sala pero no recuerdo nada de ella. Se me va a poner el artículo borgiano, así que paso página.

Anidan trece pollos de alimoche, dice un titular que es casi igual de alto que el edificio que se proyecta en el puerto, un rascacielos que ha generado unanimidad política y no ciudadana. El PSOE, que gobierna el Puerto, necesita también anotar algún proyecto en la ciudad, que no todos se los apunte el regidor del PP. Unos hablan de impacto visual y otros de impacto económico. La Diputación embarga a la Junta el edificio de Correos. Se puede armar la gorda.