Hola, Miguel. Te escribo desde el futuro. Han pasado ya cincuenta años desde que escribiste aquel reportaje sobre los diez proyectos que nunca serán realidad. Te escribo desde una franquicia de cafeterías americanas cerca de San Andrés, en el centro comercial La Noria. Empieza a estar cochambroso, hace años esto era lo máximo y los chavales estaban todo el día por aquí. Ahora ya están en otras zonas de la ciudad. Hace un par de años que la Fundación Ciedes sacó un nuevo estudio para el Guadalmedina, siguen dándole vueltas a embovedarlo o mantenerlo como el estercolero que era cuando escribiste tu reportaje. Creo que como se acercan las elecciones municipales van a ver si lo presentan como proyecto.

Ahora me iré andando desde aquí al CAC, ¿te acuerdas de cuando intentaron adosar una escuadra de Moneo como ampliación? Pues hace poco inauguraron la ampliación del edificio, aunque ahora es un centro comercial muy cuco y moderno. Lo mismo que La Rosaleda, el campo de fútbol se ha convertido en otro centro comercial y está siempre a rebosar. Otros grandes proyectos se han ido haciendo en estos cincuenta años. En la Biblioteca de San Agustín han abierto el Zara más grande de Andalucía, muy bonito, sí señor. Como el Astoria, desde que lo compró Primark es un no parar de gente, hasta trolebuses paran en la puerta para que la gente pare a comprar.

Málaga en 2066 se ha convertido en un gran centro comercial, todo son tiendas de ropa de multinacionales y los restaurantes son franquicias de cerveza barata y comida. Vaya, que no ha cambiado mucho la ciudad en 50 años. Por cierto, mañana es 7 de octubre de 2066 y he quedado con unos amigos en Marbella, si te apetece venir, hemos quedado para ir en bus, porque acaban de presentar la última revisión del proyecto del plan litoral y, por lo visto, va para largo.