Un ‘asentamiento’ es una instalación provisional en tierras no habitadas o cuyos habitantes han sido desplazados. Cruz Roja desarrolla en Málaga un proyecto para aportar una atención básica a aquellas personas que viven en asentamientos, ya sea a la intemperie o en denominados ‘pisos patera’. Este proyecto se puso en marcha en los años 90 con la llegada de muchas personas originarias de África, Sudámerica y el este de Europa mayoritariamente. Personas que venían buscando trabajo en las campañas agrícolas. Los asentamientos de temporeros fueron evolucionando y cada vez son más habituales los asentamientos estables, a largo plazo, en los que ya no sólo viven hombres adultos, sino también mujeres, menores y familias completas. Málaga fue una de las primeras provincias en las que Cruz Roja implantó una intervención sistematizada en asentamientos: al principio con acciones puntuales y de emergencia como reparto de café, leche caliente, galletas y kits de higiene.

El voluntariado de Cruz Roja en Málaga sale todos los martes y jueves aportando ayuda de farmacia, vales de alimentación y productos de higiene. Los voluntarios y voluntarias ofrecen una ayuda sanitaria básica a los habitantes del asentamiento (toma de tensión y de niveles de azúcar) e informan sobre proyectos de Cruz Roja a los que pueden acogerse o cómo realizar los trámites administrativos que necesitan.

Manolo Gil, voluntario referente del proyecto, explica los diferentes tipos de asentamiento que existen: «Los asentamientos horizontales son aquellos que se establecen en campos, suelen estar alejados del centro de la ciudad, también se denominan ‘chabolas’. En cambio, los asentamientos verticales son aquellas viviendas que no cumplen con las normativas básicas de salubridad. Suelen presentarse bajo la forma de pisos en mal estado o ‘pisos pateras’. Un espacio restringido en el cual se reagrupan una gran cantidad de personas». Los voluntarios del proyecto se informan los unos a los otros de las instalaciones que han descubierto. La información suele pasar de un proyecto a otro, ya que Manolo Gil también es referente de otros dos: ‘Intemperie’, de apoyo a personas sin hogar, y el de ‘Prostitución’, que aporta material de necesidades básicas a trabajadoras del sexo.

La primera visita a un asentamiento es de reconocimiento. El voluntariado se encarga de determinar si se trata o no de un asentamiento. La diferencia puede ser a veces mucho más delicada de lo que parece. En cuanto se haya definido como asentamiento, se puede aportar ayuda a sus habitantes, en caso contrario, siempre se hallará una manera de aportar esa ayuda mínima, dirigiéndoles hacia otros proyectos de Cruz Roja en Málaga, como el de ‘Ayuda urgente a personas con necesidades básicas’ o al Plan de Empleo.