Lo que nos faltaba. Ahora resulta que la voz de las mujeres provoca agotamiento en los hombres. Esta es la conclusión de un estudio de un tal Michael Hunter de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido. Por lo visto este hombre, un reputado científico aunque se dedique a estas cosas, ha demostrado con técnicas de Resonancia Magnética Nuclear que la voz de las mujeres es más compleja en tonos que la de los hombres. Así, las emisiones sonoras de las mujeres influyen en toda el área auditiva del cerebro mientras que las de los hombres, sólo en una parte.

Esta característica justificaría que muchos hombres sean incapaces de mantener una conversación larga con una mujer. Al rato, se les cansa el cerebro y desconectan, pero es porque se les agotan las neuronas a los pobres. Este estudio debería darse a conocer en todos los lugares del mundo porque ayudaría a reducir las broncas familiares, los mosqueos y los divorcios. No es que no le interese lo que te ha contado la profesora del crío mayor ni que le importe un pito lo que opinas de la crisis del PSOE, es que fisiológicamente es incapaz de escucharte demasiado tiempo. La cuestión es ¿cuánto tiempo?

Sería de agradecer que, puestos a estudiar estas cosas, lo hagan bien. ¿Qué sentido tiene hacer estudios si no sirven para nada? Digo esto porque sería necesario que nos dijeran el tiempo que tenemos para que lo que queremos decir les entre en el cerebro sin que el agotamiento les incapacite. Por ejemplo, ¿debemos lanzar frases cortas sin subordinadas con nuestra pareja para mantener una conversación medianamente fluida, o directamente le dejamos hablar a él y ya está? ¿De cuántos minutos disponemos para que nuestro hijo entienda que los vaqueros no se recogen solos del suelo? Para que el jefe no se nos disperse, ¿le argumentamos la petición de un aumento de sueldo por correo electrónico?

No sé. Es fundamental que los investigadores piensen en la aplicación práctica de sus estudios. Por ejemplo, ¿de qué nos sirve saber que 3 de cada 4 españoles no habla ni escribe bien el inglés si no se hace nada? ¿O que el 39% no usa hilo dental a diario? ¿O que el 33% de los adultos ha practicado sexo anal? ¿De qué me sirve a mí, con mi metro sesenta, saber que las personas que miden 10 centímetros más ganan de media un 10% más? El estudio que considera que las mujeres rubias tienen más éxito en el trabajo me puede valer siempre y cuando aclaren si vale teñirse, si no, otro informe inútil. Por favor, señores investigadores, bajen a la tierra y aclaren de cuánto tiempo disponemos para hablar sin cansarles. Y que conste que lo pido por escrito.