El mundo es de los audaces. Y ya dijo Tácito que "No hay atractivo en lo seguro. En el riesgo hay esperanza". Ahora, que tal vez lo peor de la crisis haya pasado y en un momento en el que los medios necesitan renovar horizontes, contenidos, lenguajes y territorios (a no ser que quieran ser fagocitados por el marasmo de conservadurismo y miedo que a veces proporciona la sociedad digital y la inacción inherente a la mediocridad) este periódico, que nunca ha desatendido esta gran ciudad, reposiciona algunos de sus efectivos y prioridades y se lanza, con una fabulosa acogida, al reencuentro con Marbella. Acogida que plasmamos un poco más adelante, en estas mismas páginas, y que quedó patente en el acto de presentación y posterior cóctel del lunes en el Guadalpín Banús, donde la toda Marbella acudió a arropar nuestro proyecto. Gracias.

Llegamos a Marbella con el objetivo de reflejar mejor lo que acontece en sus calles y plazas, en el salón de plenos, en el Estadio Municipal, en el pabellón Serrano Lima, en San Pedro y la Divina Pastora, en el Trapiche, Las Chapas o Banús. En Elviria. En el Centro. Etc. Queremos ser la voz de asociaciones de vecinos y colectivos, de entidades culturales, de los sindicatos y del empresariado turístico, musculosa y envidiadamente vertebrado en torno al CIT. Sin sectarismos y sin cortapisas ni obediencias partidistas. Aquí estamos, modestamente, encardinándonos en una ciudad, en una tierra, en un territorio, que es el nuestro, el propio, como periódico provincial que somos. Una ciudad, Marbella, pegada a nuestro ser, que vio nacer al que suscribe, allá en una casita encardinada en una loma, que años después sería parte del actual polígono La Ermita. Una casa, un hogar, en la que ya había afanes periodísticos marbelleros por vía paterna. Y que acabarían haciendo historia periodística en esta provincia.

Aquí estamos, esquivando la languidez y la rutina, deseosos de reflejar la eclosión que de nuevo vive Marbella, plagada de proyectos e inversores, vivísima y adelantada en la gran liga de los destinos turísticos mundiales. Aquí estamos, para informar y atender sus sugerencias. Gracias, Marbella. Que como dijo Jean Cocteau, es «un paraíso terrenal en el que bañarse». Y en el que vivir y trabajar, añadiríamos. Buenos días, Marbella.