Con Carlos, por Gustavo García-Valdecasas Cano

El 25 octubre de 2015 se nos fue nuestro buen Carlos. Se fue la magia de un gran malagueño, nuestro amigo, y hasta el último día, dicharachero y ocurrente. Lidia, su mujer, y nosotros, sus amigos, seguimos recordando tantas y tantas cosas de él, que pensamos que nos inspira a dialogar, a reírnos, en y con Carlos como punto de partida, a seguir recordándole, y teniéndole siempre entre nosotros. A través de esta misiva, es nuestro deseo, que todos los que le conocimos, que disfrutamos de su grandeza como amigo, tengamos un pensamiento hacia él; aquellos que sean religiosos, también una oración por su alma, a todos, que recordemos qué significaba su amistad, y continuemos teniéndole en nuestras memorias. Seguros que su paso por nuestras vidas nos hizo felices, y mejores. Hoy, un año después, os invito a todos a una reflexión en recuerdo de Carlos Rafael del Río Alonso.

Simón Peres: sólo queda el recuerdo histórico, por Juan García

Hace cerca de un mes que murió en Tel Aviv uno de los estadistas más conocidos y queridos por la comunidad internacional: el que fuera durante largos años presidente y primer ministro laborista de Israel, Simón Peres. Su muerte nos trae a la memoria la tormentosa negociación de paz con el pueblo palestino y las numerosas ocasiones en que casi se tocó la paz con los dedos, sin que jamás se alcanzara. Peres fue uno de los principales impulsores de un acuerdo entre Israel y los palestinos, especialmente cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo en 1993, que perfilaban una solución basada en la formación de dos Estados soberanos. No fue posible, pero sus esfuerzos diplomáticos fueron recompensados con el Premio Nobel de la Paz, también concedido a su rival de entonces, Yaser Arafat, y al que era primer ministro, Isaac Rabin. Con esta carta solo pretendo que su nombre no se olvide tan fácilmente como suele ser habitual en grandes personajes.