Nuestros días son así. Si nos hiciéramos un selfie con nuestra época de fondo, como miles de personas se lo hacen con el alumbrado navideño en la principal calle de Málaga, se nos vería la cara de foto rodeada de aparentes contradicciones. En la misma Málaga, sin ir más lejos, la oposición municipal ha conseguido que se apruebe una moción que recuerda la responsabilidad del imperio turco en el genocidio del pueblo armenio (iniciado en 1915 y consumado al rebufo de la Primera Guerra Mundial en 1923 bajo la atenta mirada de la comunidad internacional). Pero es noticia hoy que Arda Turkmen, un famoso cocinero turco, está en Málaga gracias a la compañía Turkish Airlines y al Área de Turismo y Promoción de la Ciudad para grabar un programa especial sobre la gastronomía malagueña. Y las dos cosas están muy bien…

Sopa armenia

Otra contradicción malagueña, aunque ésta sea más pequeñita, era tener ocupada la casa de Picasso con la cosa administrativa. Es una buena noticia que las oficinas se vayan a trasladar al edificio del Museo Ruso, dado lo inadecuado que era destinar la primera planta a la burocracia. A partir del año que viene el edificio completo, con sus tres pisos más ático, se destinará a ambientar el entorno en el que vivió Picasso niño y su familia. Ganarán los turistas, ganaremos todos. De esa forma se completa aquella feliz idea de poner en valor para la ciudad la casa natal del pintor. Una idea que puso en pie en 1988 el llorado alcalde Pedro Aparicio, nombrando al pintor Eugenio Chicano primer director de la misma. Pero entonces sólo se pudo recuperar una planta del inmueble y mi querido Chicano tuvo que soportar que hubiera una pollería en la segunda planta cuando ocupó su cargo. Diez años más tarde llegaron en alegre tromba la completa rehabilitación del edificio y el Museo Picasso Málaga, por iniciativa municipal y por el impulso de la Junta respectivamente. Me consta, en todo caso, que su actual gerente, José Mª de Luna, echará de menos ver desde su despacho la misma Plaza de la Merced que veía desde su casa aquel niño que años después revolucionaría la Historia del Arte.

Gazpachuelo y pescaíto

Ahora que nos está yendo tan bien con el Turismo hay que aprovechar para consolidar y mejorar el destino. El consejero andaluz del ramo, Javier Fernández, expresó ayer en Málaga que pretende con la apuesta promocional del plan ‘Horizonte 2020’ llegar a los 30 millones de turistas en Andalucía. Estupendo. Pero tampoco estaría mal que la Junta y el resto de las instituciones se propusieran actuar para que los empresarios turísticos repartan esa bonanza con sus trabajadores. Las repetidas declaraciones del hotelero Antonio Catalán sobre la responsabilidad social corporativa de los verdaderos empresarios, cuando entre otras explotaciones de trabajadores del sector se denuncian los menos de 3 euros por habitación que cobran demasiadas camareras de piso, deberían hacernos pensar a todos hasta cuándo esta sociedad va a soportar semejante distribución de la riqueza. No habría que soltar las hojas al rábano de ese debate, que ya no sólo es el paro sino el de los bajos salarios, y seguir vinculándolo con la necesidad de más y mayores cotizaciones de cara a las pensiones. ¿No?

Leche, aceite, legumbres…

Y que no vaya nadie a creerse que es por gusto la Gran Recogida del Banco de Alimentos que continúa en los supermercados todo el día de hoy -no se olvide usted de echar algo no perecedero en el carro para entregárselo a la salida a los voluntarios- Hay mucha gente sufriendo que, por vergüenza, sobrevive callada en condiciones de pobreza corriendo el riesgo de morir durante la noche, como le ocurrió a la pobre Rosa, la anciana de Reus que murió sin luz por una vela encendida. La Navidad ya se enciende, sí, y los comercios les han pedido a los Reyes hacer su agosto en diciembre, bien, pero no olvidemos que los días que se avecinan son los más duros de superar para quienes ni saben ni quieren ni pueden del Black Friday.

Papilla 5 cereales

Intuyo que detrás de muchos errores que terminan en accidentes de tráfico, en accidentes domésticos, en episodios violentos espoleados por el excesivo consumo de alcohol, en decisiones suicidas, está la desesperanza, la inseguridad, el melancólico desaliño progresivo de cuerpo y alma que generan las situaciones a las que lleva el paro y la pobreza laboral. Algunas de esas situaciones conllevan la muerte de bebés. Hablo en plural porque ya nos ocupamos en estas mismas líneas de la cría que llevó su padre ya muerta al Materno en autobús, y ayer la noticia en Castellón eran las diligencias judiciales por la muerte de un bebé de cuatro meses en el accidente de tráfico que sufrió su madre (de 36 años, no era ninguna cría aún inmadura) cuando conducía ebria y sin carné. Y el jueves ya será diciembre...

Porque hoy es Sábado...