El 13 de octubre de 2008, a las 07.40 de la mañana, hora de la costa este de los Estados Unidos, entraba el profesor Paul Krugman en su blog del New York Times. El influyente columnista y profesor de ciencias económicas de la Universidad de Princeton había escrito solamente una linea: «Algo gracioso (a funny thing) me ha pasado esta mañana...» Nada más. Como tantos otros lectores del profesor Krugman, hice entonces click sobre esas palabras azules. Me salió un comunicado del secretario de la Real Academia Sueca de las Ciencias, en el que se informaba que a Paul Krugman se le había concedido el Premio Nobel de Economía. Ocho años después, en un mundo que pronto será irreconocible, el profesor y Premio Nobel Krugman publicó en el New York Times Una reflexión para los horrorizados. Se acababan de celebrar las elecciones norteamericanas. Donald J. Trump sería el próximo presidente de los Estados Unidos. Cerraba el maestro Krugman su artículo con estas palabras terribles: «Quizás Estados Unidos no sea especial, solo otra república que tuvo su momento, pero que va camino de convertirse en un país corrupto dirigido por tiranos».

Jennifer Homans, la viuda norteamericana de Tony Judt, el formidable historiador y filósofo británico, ha publicado De buena fe. Una luminosa y profundamente honesta introducción a la obra de su marido, ya desde «el declive autodestructivo de la república estadounidense». Entre los artículos de Judt que ella había recopilado, nos aconsejaba leer Sobre LA PESTE. Dedicado a la obra capital de Albert Camus, ahora más importante que nunca. Nos recuerda Judt en su texto la insistencia de Camus en situar la responsabilidad moral individual en el fondo de todas las opciones. Por eso nos dijo Camus que «solamente puedo decir que sobre esta tierra hay plagas y hay víctimas, y que en la medida de lo posible, uno tiene que negarse a estar del lado de la plaga».

Hace unos días, en la pequeña ciudad de francesa de Beaucaire, Julien Sanchez, el alcalde local, militante y dirigente regional del Frente Nacional, el movimiento de extrema derecha francés, consiguió que por mayoría la corporación municipal aceptara que se dedicara una calle de la localidad al Brexit británico. La rue du Brexit será un pequeño homenaje al primero de los intentos de dinamitar la Unión Europea.

En otro orden de cosas... El pasado día de la Víspera de la Navidad los científicos alertaban sobre una ola de calor en el Ártico. Las temperaturas alcanzaron valores superiores en 20 grados a la media histórica de esa región polar. El futuro presidente electo de los Estados Unidos, el señor Donald Trump, nos había ya anunciado a los largo de su campaña electoral que lo del cambio climático era un «cuento» de los chinos para arruinar a las empresas norteamericanas.

¡Les deseo un Feliz Año Nuevo y que Dios nos ayude!