Ya tenemos el primer detenido, y después liberado, Joan Coma, por sedición entre los separatistas catalanes. Lo que no sabemos es cómo terminará este desafío de los golpistas al Estado de Derecho. La CUP pide una orden del gobierno catalán a los mossos para que desobedezcan a los jueces. Qué fuerte, pero esto no debe quedar así; si España no hace cumplir sus leyes, dejará de ser lo que es, aunque ya no lo sea. Si hasta había un ex terrorista en la cumbre del referéndum, Carles Sastre, ex dirigente de Terra Lliure y condenado por el asesinato de José María Bultó, me acuerdo como si fuera ayer cuando le pusieron los canallas una bomba en el pecho, allá en Pedralbes, 1977. Pero hablaba yo de Cataluña el otro día y salta mi amiga y me espeta: cuando una mujer te dice que se va es que ya se ha ido. Cuánta razón. Los mismos bárbaros tienen como modelo Venezuela, donde hay un muerto por violencia cada 18 minutos. Afortunadamente, la Janucá ilumina Málaga, es el año 5777, según el calendario judío. Y también luce en Torremolinos, donde el alcalde, José Ortiz, cuida estos detalles, asesorado por David Obadía Chocrón, un personaje interesante al decir de quienes le conocen bien.

Pero la belleza de estos días -aunque el verso suelto de Pedro Marín Cots diga que la iluminación de Larios es una horterada- se encuentra por doquier, caso de la obra de José Carlos Robles de la Cruz en Niño de Guevara. O el malagueño Botani, blanco, uno de los tres mejores vinos del año para Robert Parker, el gurú de los guruses. Me lo dio a probar hace años Juan de Montes, hombre de confianza entonces de la rectora Adelaida de la Calle, hoy consejera de Educación. Eso sí, los estudiantes andaluces son los que menos libros tienen en casa, no es casual que el informe PISA señale que el número de libros en los domicilios se vincula directamente al rendimiento del joven. Pero no lo digamos muy alto no vaya a ser que se depriman los infantes. Después me desayuno con que un tercio de los universitarios que pide una beca no supera la criba de las notas, pues parece que el becario debería tener no buenas sino buenísimas notas producto de su esfuerzo para que así el dinero público fuese bien empleado. Pero más ominoso es el silencio sobre ETA en las escuelas, denunciado por la defensora del pueblo, Soledad Becerril, y que no se dé voz a las víctimas; si tan pronto nos olvidamos pronto nos lo recordarán.

Yo me alegro de que Miguel Briones tome de nuevo posesión de su cargo de subdelegado del Gobierno. El hombre tranquilo le llamo, inspirado en la novela de Graham Greene, llevada al cine, nada menos, que por Mankievicz. Obra de intriga, como la dieta de Antonio Sanz, el delegado del Gobierno en Andalucía, que está triste de tanto ayuno, por Dios, Antonio.

Pero hay quienes se tiran piedras sobre su propio tejado, a dos aguas, y les cae encima, pum, caso de los siete refugiados en prisión por intentar quemar a un indigente en Berlín, pero hombre, cómo se os ocurre, os abrimos la puerta de nuestra casa y hacéis esto.

¿Y el PP, qué hace? Interesante el movimiento de algunos dirigentes que piden la incompatibilidad de puestos institucionales y del partido, un hombre, un cargo. Pues no, hay algunos que tienen dos culos para sentarse en dos, o tres, o más sillones. Eso pasa en todos los partidos, se confunden los cargos orgánicos y los electos en las mismas personas, una especie de santísimo acaparamiento. En cambio, el iglesista Ramón Espinar fulmina al portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, José Manuel López, «esto es vieja política», dice el muerto, ¿y quién creyó que era nueva? Y llega Echenique y declara que había que darle un toque de atención a Errejón, ¿y a ti quién te lo da, cariño?, ¿el empleado doméstico que tenías y al que no le pagabas la Seguridad Social? Por eso, cobra actualidad el cantar primero del Poema de Mío Cid cuando arremete:

Embrazan los escudos ante sus corazones,

enristran las lanzas, envueltos los pendones,

inclinaron las caras encima de los arzones,

íbanlos a atacar con fuertes corazones.

A grandes voces llama el que en buena hora nació:

«¡Atacadlos, caballeros, por amor del Criador!

¡Yo soy Ruy Díaz de Vivar, el Cid Campeador!»

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