La cocina del 15-M

En una reciente entrevista, Íñigo Errejón hablaba de como las últimas consultas realizadas en Podemos, iban dirigidas a superar lo que él llamaba la «lógica plebiscitaria con la que nació el partido», y esto me hace reflexionar sobre otro nacimiento, el del 15-M y las intenciones ocultas de los que fueron sus muñidores. Fuimos muchos los que, expectantes, nos acercábamos a la Puerta del Sol en mayo de 2011; se respiraba aire fresco y los corrillos enganchaban hasta a los más talludidos, como éste que suscribe y ahora resulta que la ilusión de debatir y votar soluciones en las improvisadas asambleas no era más que la añagaza que los cocineros del 15-M utilizaban para hacerse con las conciencias de los que necesitábamos creer que las cosas podían cambiar. De aquello solo quedan frases vacías y redichas de académicos recurrentes, como la de «feminizar la política» o la de la «lógica plebiscitaria» dichas en clave interna para satisfacción propia, olvidando, eso sí, las cuestiones que nos llevaron a salir a la calle entonces, el paro, la brecha social y la corrupción.

Francisco Javier España Moscoso. Málaga