Se levantó temprano ayer. Si tienes niños es obligado hacerlo así el día de Reyes. Aunque esta persona quizá sólo lo hizo para mirar el mar poco después de haber amanecido. El Mediterráneo parece el cielo del cielo cuando éste espejea en un día claro apenas salir el sol. Y vivir en Benajarafe, un pequeño punto de la costa oriental malagueña, da para levantarse temprano y ver muchos amaneceres y muchos mares que siempre son el mismo mar aunque siempre parece distinto -estas cosas las sabemos de oficio quienes vivimos en Málaga-. Mirar el mar muy temprano puede ser un regalo de Reyes. Sin embargo, ver llegar una patera al edén cuando miras el mar la mañana de Reyes, como le ocurrió ayer a esa persona que llamó al 112 para avisar, con una mujer embarazada intentando saltar de la embarcación para caminar por la arena entre una cincuentena de seres humanos aquejados de hipotermia, se acerca más a la dureza mineral del carbón de la vida que a sus risas de juguete.

Saneamiento moral

Lo de ayer en Benajarafe ocurría sólo un día después de que en los informativos saliese Serrat grabando «Mediterráneo» con un grupo de artistas como llamada de atención por la tragedia humana que está ocurriendo en sus aguas. Vistas las cosas desde una patera no deben importar mucho las sucias natas de la orilla, sobre todo tras haber pasado la noche hacinados sobre la aterradora y líquida frialdad de la negrura marina -anteanoche sólo había un atisbo vertical de luna en el cielo y volvieron a bajar las temperaturas-. Pero en la tierra a la que llegaban estos cincuenta hijos de la inmigración obligada el saneamiento integral siempre es noticia de portada (un ejemplo más de la teoría de la relatividad de Einstein).

7 de 47

En la paradisíaca provincia de Málaga, a pesar de su preocupante tasa de pobreza entre tanta terraza y tanto comercio abarrotados, es noticia de balance anual que la Junta de Andalucía sólo haya terminado 7 de las 47 obras previstas para depurar las aguas residuales que van a dar al mar, ese trágico sudario marino que al menos ayer no fue el morir para quienes llegaron salvos a la veleña costa de Benajarafe. Esa cincuentena de obras hidráulicas necesarias para la depuración fue la respuesta de la Junta a las exigencias medioambientales de la Unión Europea hace siete años. Presumiblemente se iban a financiar con el odiado canon de depuración que cobra Emasa a los malagueños. Pero si a lo cobrado de más se le viese color por lo menos...

Natas sin roscones

Para colmo, el pasado noviembre la UE sacó los colores a España con un multón de casi 50 millones de euros por el reiterado incumplimiento en acometer sus deberes en depuración de aguas. De las localidades puestas en la picota por la UE demasiadas eran malagueñas. Y de aquellas 47 obras prometidas hace ya siete años, sólo 26 se citan en el último informe de la Consejería de Medio Ambiente. En el mismo se habla del cumplimiento de 7 de ellas, de que 14 están «en ejecución» y 5 sin iniciar siquiera. Los Reyes nos habrían traído carbón, por tanto, pero no lo han hecho en la sospecha, quizá, de que su merecido «regalo» termine ensuciando aún más el litoral de lo que está. Para el día de Reyes Magos del año que viene volveremos a pedir que se haya completado el «saneamiento integral», a pesar de que sea entre las risas de periodistas que han echado los dientes en Málaga escribiendo sobre el asunto y que el año próximo, si consiguen seguir trabajando en esto, peinarán canas si es que les queda pelo que peinar.Lotería Lagunillas

Quienes tampoco paran de reírse son quienes compraron alguno de los décimos de El Niño premiados con el segundo premio en Lagunillas 66, una humilde calle y un complicado entorno urbano que merece premios. Calificaba Matías Stuber ayer en el periódico de dickensiano lo ocurrido en esa recién abierta administración de loterías del barrio. Incluso uno de esos décimos premiados con 75.000 euros le ha tocado a quien los ha vendido. Lo merece. Como lo merecen quienes abren comercios en ese barrio que remonta la degradación con artísticos grafitis y las iniciativas solidarias de alguna gente imprescindible que trabaja evitando peligros a los niños que lo habitan. O como lo merece la gente del colectivo Malaguistán o quienes revitalizan la zona desde la Cultura - como el espacio Cienfuegos que ahora tiene su sede en el Molinillo- .

2017, ya

Y desde el ayuntamiento hay que seguir atendiendo socialmente, pero también promover que se abran en barrios como ése más tiendas, sucursales bancarias, academias, establecimientos hosteleros con el valor añadido de la diferencia (como el de flamenquito local «Las Camborias» en la misma calle Lagunillas) e idear cómo resolver legalmente lo de los numerosos solares vacíos que lo deshabitan. Uno de los muchos y buenos propósitos para este nuevo año en que sube el empleo, aunque aún sea de mala calidad. 2017 ya… Porque hoy es sábado.