Una mujer que iba para santa

Carmen Marín lo tuvo todo. El cariño de un pueblo, un parque animal, una protectora, el apoyo del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, aparecer a menudo en la televisión de Torremolinos, pero sobre todo el respeto de los que amamos a los animales. Desgraciadamente, como no somos perfectos tiramos por la borda lo que hemos conseguido por la avaricia, la gula, la codicia, la pereza, la envidia y la soberbia. No respetó los pecados capitales, ni amó a dios sobre todas las cosas. También faltó al nombre de dios y la creación y nunca santificó las fiestas. Codiciaste con los bienes ajenos. Carmen, pensábamos que ibas para santa y equivocaste a miles de personas. Tengo cuatro chuchos. Dos llevan con nosotros, mi familia, más de 15 años y son parte de la alegría y el amor que se respira en mi hogar. Los jueces te han condenado, pero ¿te perdonará dios? ¿Y los cientos de perros inocentes que murieron sin piedad?

Bartolomé FloridoMálaga