En septiembre del año 2008 Málaga se movilizó para lograr un tercer hospital. El contexto era similar al de ahora: protestas en las calles ante el deterioro del sistema público de salud. Ratio de camas inferior al andaluz y nacional. Nervios en la Junta. Cálculos de daños electorales. Dirigentes regionales del PSOE y políticos de la Consejería de Salud, cuya titular era entonces María Jesús Montero, mantuvieron varias reuniones en las que se trató no de cómo mejorar la sanidad, y sí de cómo combatir las protestas políticamente. Se apostó por inventar una idea, que sabían que jamás se realizaría; una herramienta de marketing para acallar voces, un mero señuelo pero a lo bestia que salvara la conyuntura adversa. Se trató de una operación de comunicación (manipulación) política realizada conscientemente y a la que algún dirigente provincial del PSOE se opuso sin éxito. El camelo se llamó macrohospital de Málaga. El muñeco se vistió con todo lujo de detalles. Debería ser algo incontestable, colosal. Vayan a las hemerotecas, que ahora están a golpe de click. Pongan en Google «La Junta anuncia un macrohospital para Málaga». Da mareo la mentira: se construiría en cuatro años; 1.500 camas, 450 millones de euros para construirlo y 150 millones más para equipamientos. «Será el más grande que se construya en España», dijo Montero (¿la sucesora?) a los medios. Un hospital de referencia también para Europa; 48 quirófanos, 246 consultas externas€

La excusa para ir dilatándolo era el dónde. Incluso responsables institucionales socialistas que creyeron de buena fe que la cosa saldría, plantearon posibles ubicaciones. 2008. Y eso que ya en diciembre de 2007 se anunció un tercer centro hospitalario con 110 camas. Ahora, Aquilino Alonso, consejero de Sanidad, que parece un buen y dialogante tipo, afirma tras reunirse con colectivos sanitarios de la provincia, que «no cierra las puertas a un tercer hospital». Tiene cojones.

La sanidad andaluza es una de las mejores del mundo, sí, sí que lo es... dado que es una de las mejores de España, país que sí protege a los débiles con una verdadera sanidad universal y gratuita. Lo que no se entiende es por qué se recurre a la mentira y se deja deteriorar ese sistema, al que no se le echa el dinero suficiente diga lo que diga la maquinaria publicitaria de la Junta. Diga lo que diga. Las urgencias son infames. No pocas comunidades invierten más en sanidad por habitante que la Junta.

Hasta hospitales de Madrid, donde se apuesta por lo privado, salen mejor parados en las opiniones de los usuarios. La Junta ha invertido 90 millones en Málaga en sanidad en los últimos tiempos y ha abierto un hospitalito con pretensiones en el Guadalhorce, es cierto, pero no basta. Aquí sólo hay tres soluciones: dinero, dinero y dinero. Dinero para contratar a más personal, que es de lujo pero escaso y encima ahora con la implantación de las 35 horas (cosa que nos parece muy bien) será aún más escaso. Dinero que puede sacarse de otras partidas fácilmente. No les da la puta gana.