La historia de un malagueño cualquiera que una noche de invierno, a través de la radio, descubre la magia de esa gran fiesta que estalla en febrero. Eso fue el pregón de Dede Cortés. Empezando con la retransmisión de 1993 con 32 agrupaciones, Dede nos ayudó -incluso a los que tuvimos la suerte de verlo por televisión en directo por primera vez- a situarnos. Nos ayudó a darnos cuenta de que esa fiesta que muchos se emperran en señalarla como minoritaria y residual es parte de la columna vertebral de las tradiciones de nuestra provincia.

El musical que la Comparsa de Alhaurín nos regaló este viernes fue una maravilla para los oídos. Por cierto, cómo gana el sonido con una buena retransmisión. Gracias a Momo que, de una vez, las tres teles locales pusieron todo de su parte para llevarnos el pregón del Carnaval. ¡Bien! La historia de un estudiante, de cualquiera de esos andaluces que hemos estudiado pasando noches en vela con los apuntes delante mientras escuchábamos las actuaciones de agrupaciones. Dede creó en torno a esta sencilla historia un espectáculo con su comparsa. Un pregón de los que se quedan para siempre, de los que da gusto escuchar y ver una y otra vez.

Gracias, Dede, por volver a contar y cantar qué es el Carnaval de Málaga; por llevarnos a dar una vuelta al mundo desde Los Pioneros al Museo; por cantarle a Málaga como lo haces y por no dejar de estar. El Carnaval se hace grande con gente como Dede Cortés. Él es uno de tantos que son capaces de querer a Málaga por los cuatro costaos. Gracias, Dede, por el pregón que nos has regalado. ¡Que viva el Carnaval!