Podemos se escuda en que si no hay pruebas no hay «acoso» y así Iglesias y Montero no dan explicaciones de las amenazas a los periodistas, pero el objetivo está cumplido. «Como escribas esto, te voy a destruir», se dice en la denuncia elevada a la Asociación de la Prensa de Madrid. La libertad de prensa es instrumental para esta gente, solo es buena si les favorece. Tahúres del Manzanares. Y la concejala de Cultura de la capital decide retirar los nombres de los escritores Max Aub y Fernando Arrabal, ¿otra incitación al odio? El graciosillo es Javier Botella, concejal podemita del Puerto de Santa María, que oficia una boda civil ataviado de sacerdote y con una bufanda del Barcelona, ¿incitación al odio o delito de suplantación? Por el asesinato de Miguel Ángel Blanco dijo Victoria Prego desde la Puerta del Sol: ¡A por ellos! Pero aquí y ahora, en España, ¿quién dice qué por qué canal a quién con qué efectos?, paradigma de Laswell. La verdad nos hará libres (Veritas liberavit nos), dice San Juan, pero qué pocos se atreven. Y, claro, no podía faltar el apoyo de Podemos e IU a los estibadores, que están produciendo pérdidas millonarias a España en una huelga encubierta. Pero lo que más me gusta es que Iglesias critique que Andrés Bódalo está en prisión por «hacer sindicalismo», cuando lo está por darle una paliza a un concejal socialista. Después, una senadora de Podemos abandona el partido pero se niega a dejar el escaño, hasta ahí podíamos llegar. Por cierto, y hablando de sindicalismo del otro, la desvinculación que la reforma laboral de 2012 supuso entre las empresas y los convenios de más alto nivel, donde se asientan los sindicatos, podría haber sido una oportunidad para cambiar las cosas. Pero no hubo voluntad política y donde no hay€ El gran problema que tenemos planteados en la hora presente es, precisamente, de falta de voluntad política y de principios, no un caso más o menos de corrupción -lo que también es cancerígeno-, sino de no pelear calle por calle en los laberintos de la cultura, la educación y el mundo de las ideas. Y dime una cosa Mariano, ¿qué credibilidad vas a tener la próxima vez que tengas que pactar con Ciudadanos si no cumples los pactos?, que ya no tienes mayoría, Mariano. Pero lo que deseo es que una empresa de EEUU lance ya el satélite espía español, el Paz -cualquiera le pone otro nombre, nosotros más pacifistas que nadie, no nos vayan a atacar, como en Atocha- y así ver las cosas desde lo alto.

Eso sí, el CGPJ niega al ex juez Serrano su reingreso -fue condenado por el pecado gravísimo de cambiar el turno de custodia de un menor para que pudiera salir en procesión-. Más me gusta que la viuda del fiscal Luis Portero, asesinado por ETA, hermana de nuestro alcalde De la Torre, reivindique ante Catalá la independencia de su marido respecto al poder, ¡cuánto necesitamos hombres y mujeres de criterio y no apesebrados! Pero que no se nos pase por alto que el Tribunal Supremo parece que ha avalado una condena con datos robados, lo que se deduciría de la pena de seis años de cárcel a un evasor fiscal incluido en la lista Falciani.

No se crean que todos los malos están en el mismo sitio, los Romanones, curas de Granada, acusado el jefe de abuso sexual, estaban emboscados en un lugar santo; la víctima del caso los define como una secta, satánica diría yo, si se prueba todo lo que se juzga. Yo digo como Chesterton, cuando entro en una iglesia me quito el sombrero pero no la cabeza. Mientras, el invierno no termina de irse ni llega la primavera así que una buena actuación en Clarence Jazz Club, calle Cañón, motiva. Las buenas costumbres no hay que perderlas, aunque cierre el mítico El Lirio, chiringuito de los chiringuitos, adiós hermanas Galdeano, adiós espetos. También las cenizas de Dámaso Ruano reposan ya bajo un ciprés en Parcemasa. Siempre me entusiasmó su obra, sobre todo los azules tetuaníes. Ya decía Elías Canetti que aunque solo fuera por los colores merecería la pena vivir. No como Juan Rico y Amat, de mediados del XIX, que escribía:

Me gusta ver el cielo

con negros nubarrones

y oír los aquilones

horrísonos bramar;

me gusta ver la noche

sin luna y sin estrellas,

y sólo las centellas

la tierra iluminar.

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