La Junta ha lanzado una aplicación, un simulador, para calcular cuánto le tocaría pagar a uno de impuesto de sucesiones. El Derecho Romano repudiaba esta práctica, a la que llamaba pactum corvinum (pacto de los cuervos).

De hecho, prácticamente prohibía que los herederos hicieran cálculos sin el testador delante. No en público, al menos. Mientras usted lee este artículo hay un nota haciendo numeritos de cuánto puede caerle si palma su padre, de cuánto ha de apoquinar, lo cual no está bonito y además puede inducir al destino, que es un cachondo, a hacer que palme antes el avaricioso. Por ejemplo, de un síncope al descubrir que va a heredar poco. O de un jamacuco al comprender que el de sucesiones lo paga en realidad una ínfima minoría: la que hereda un gran pellizcazo. Es en realidad la plusvalía municipal, un robo, el impuesto que sangra y jode (varios miles de euros para una herencia porqueriosa) y con el que nadie se mete. Ese y el de donaciones.

La Junta se ha visto obligada a lanzar este simulador de la avaricia, este regocijo de cuervos, por la campaña del Partido Popular a favor de que desaparezca el impuesto de sucesiones, o que se bonifique casi al cien por cien, como sucede en Madrid, por ejemplo. Aquí el problema está en que no se puede querer teta y sopa. Es decir, que no se puede pedir que seamos un estado federal pero uniformados en impuestos. O no uniformados en impuestos pero sí federal. Es que una cosa conlleva a la otra.

Con todo, el PP ha logrado que ese asunto, el de sucesiones, sea clave en la agenda política andaluza. Y nacional, ya. Los cuervos pueden estar aquí al lado, mirando de reojillo a la anciana madre tras comprobar el casoplón que pueden heredar. Ya lo sabían, pero ahora con el interné y el simuladorcete como que la tal vivienda ya parece más cercana. El sueño húmedo del mal vástago es heredar y no pagar y a ser posible, heredar ya. El sueño del PP puede ser obligar a que el sustituto de Susana Díaz pague el impuesto de sucesiones. De sucesión política. Ya circulan nombres, aunque para esto no hay un simulador. No es plan de que los consejeros se pongan en el ordenata a simular qué pasaría en caso de que Díaz gane las primarias y se marche. No es plan, pero sí es lo que están haciendo. En petit comité, en cenáculos y en otros foros. Los hay cuervos. También halcones. Y algún gorrión.