Si la Junta de Andalucía quisiera hacer de verdad un tercer hospital en Málaga, lo haría y punto. O, mejor dicho, lo haría y lo abriría. No preguntaría tanto. Mira tú como ahora que parece que les ha tocado la lotería están reactivando algunos proyectos y hasta podrían (dicen, yo no me lo creo) contratar a dos mil personas en Málaga en verano. Y lo van a hacer sin preguntar a nadie.

Pero ahí anda, preguntando dónde erigir ese hospital, creando comisiones y grupos de trabajo y consejos sociales y paneles de expertos y bla, bla, bla y el Cristo que lo fundó. O sea, mareando la perdiz, al paciente, al ciudadano, al lector y a todo el mundo. O sea, dilatando, enfriando la tormenta política, dando largas, que sí que qué buena idea ese terreno y, mira, por qué no llamamos también a los sindicatos o a fulanito y una subcomisión de la comisión delegada para ver el color de las batas de los enfermeros. Qué cansinos y que pedazo de camelo todo. Y el tal consejo social venga a reunirse y venga a emitir informes o evacuar dictámenes. Ahora les han encargado algo sobre la movilidad y los accesos a no sé dónde por ver si es mejor un sitio para ese hospital u otro. Ay, qué risa María Luisa.

Me jugaría una mariscada o un álbum de sellos o un par de hostias a que estos documentos son en Sevilla arrugados convenientemente y luego de darles forma de esfera son empleados para ensayar el tiro libre desde tres metros a la papelera, modalidad esta que sin ser olímpica requiere de una destreza no al alcance de todos los altos cargos de la Consejería de Sanidad, que durante un no corto periodo de tiempo también fueron regionalmente renombrados por su pericia a la hora de poner en limpio un importante orificio corporal de mala fama, pero función esencial, con la ayuda de cualquier papel que contuviera una petición de más medios por parte de alguna provincia o alcalde, concejal o director de hospital.

El gran hospital, o el de la zona Este o la ampliación de algunos de los existentes se hará alguna vez, claro, dentro de diez o veinte años. Pero la Junta no está por impulsarlo ahora ni lo que se está haciendo vale para algo; tiene además mucho más enconada políticamente la cuestión en Granada, por ejemplo, que aquí. Así que le es más prioritario actuar allí. Por ejemplo.

Pero mientras reunirán y reunirán, reunámonos todos hasta el juicio final. Arriba, reunidos del mundo, que el tiempo pasa y a ver si hay suerte y no se van muchos votos. Y en ese plan. Y una comisión. Y hazme un informe, niño. Un hospital nuevo sí. Y dos huevos duros. Con pimiento.