Hay homenajes y homenajes, seguramente todos son merecidos pero no todos son iguales. Los homenajes son como las personas a las que se homenajea. Los hay buenos homenajes, los hay muy buenos, y los hay imprescindibles, los de aquellas personas que -como decía Bertolt Brecht- luchan toda la vida. Sabias palabras las del dramaturgo y poeta alemán que tantas veces han sido cantadas y recitadas por las voces más comprometidas: «Hay hombres -escribe el poeta- que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles». El homenaje que el pasado día 24 de marzo organizaron la Asociación de la Prensa de Málaga y el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía en Málaga, bajo la presidencia de Rafael Salas Gallego, a Andrés García Maldonado fue un homenaje imprescindible, porque Andrés ha luchado toda su vida desinteresadamente en beneficio de sus compañeros y de su tierra, la nuestra. Andalucía.

Esa noche, querido Andrés, los salones del Gran Hotel Miramar se llenaron de numerosos amigos y compañeros tuyos, como testimonio de solidaridad contigo y de afecto hacia tu persona, en el que no faltaron las palabras de reconocimiento y de admiración de todas las autoridades allí presentes. Si en aquel momento tuve la suerte de poder expresarte públicamente mi reconocimiento y el de la Universidad de Málaga, hoy deseo hacerlo igualmente desde La Opinión de Málaga, periódico que desde hace años me abre sus páginas a mi inquietud periodística.

Larga y prolija ha sido tu trayectoria personal y profesional, llena de éxitos y de dificultades que has sabido sortear con tu empeño y con tu trabajo. Siempre dispuesto a colaborar por el bien público, has sabido estar en el momento y en el lugar adecuados. Por eso, te reitero aquí el reconocimiento público de la comunidad universitaria por tu contribución a la Universidad de Málaga desde sus inicios, participando en la Asociación de Amigos de la Universidad desde su constitución en 1968, siendo entonces el más joven de los miembros de su junta de gobierno. Desde entonces, tu relación con nuestra máxima institución académica no ha cesado nunca, llegando a ser primero consejero y luego Secretario General del Consejo Social de la Universidad de Málaga, entre 1998 y 2002.

Periodista, abogado, historiador, promotor cultural, emprendedor de numerosas iniciativas en los diferentes cargos que has ocupado, nunca te has olvidado de tu tierra, Alhama de Granada; ni de tu Rincón de la Victoria, donde vives; ni de Málaga, la ciudad en la que has desarrollado una intensa y rica actividad profesional en diversos ámbitos, desde los años en que fuiste teniente de alcalde del Ayuntamiento de Málaga, donde demostraste ya tu compromiso con la ciudad y tu gran generosidad. Cualidades que aún hoy sigues demostrando desde tu puesto de secretario general de la Cámara de Comercio de Málaga.

En estas breves palabras no puedo olvidar la extraordinaria relación personal y profesional que ambos hemos forjado a lo largo de los últimos tres lustros, siendo tú presidente de la Asociación de la Prensa de Málaga, cargo al que accediste en 2001, y yo decano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga desde 2002. Fue excelente la cooperación que en mis años de decano he mantenido con la Asociación de la Prensa, bajo tu presidencia. Fueron muchas las ocasiones en las que pudimos colaborar en proyectos relacionados con la profesión periodística en Málaga y en el resto de Andalucía. Pues además de presidente de la asociación malagueña, has sido impulsor y presidente del Colegio de Periodistas de Andalucía, presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones de la Prensa, así como del Consejo de la Fundación Andaluza de Periodismo. Es mucho lo que te debe el movimiento asociativo de los periodistas andaluces.

Gracias a la Asociación de la Prensa de Málaga y al Colegio de Periodistas de Andalucía en Málaga por esa iniciativa, por ese acto de homenaje tan merecido. Y gracias, Andrés, por tu amistad y por tu generosidad con tus amigos y compañeros. El tuyo ha sido un homenaje imprescindible.

*Juan Antonio García Galindo es catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga