'Los timos de la red', por Cristina Castro

Desde hace bastantes años parece como si los españoles sufriésemos la maldición de tener que aguantar estafas, ya sean casos de corrupción, supuestos enfermos que resultan ser estafadores, o falsas curas para el cáncer. Parte de esta lacra se debe a la universalización del acceso a la información que ha ofrecido internet, el cual, poco a poco, se ha convertido en un lugar donde todo el mundo, sepa o no de lo que está hablando, osa impartir cátedra. Esto, desgraciadamente, ha creado que todos seamos capaces de encontrar en internet aquello que anhelamos, si buscamos una dieta para perder 25 kilos en una semana, encontraremos un timo que nos prometa eso; si buscamos pruebas para soportar nuestra teoría de que el holocausto fue una farsa, encontraremos falacias que soporten esa teoría. Es esta falta de control de la red lo que hace que cada vez haya mas personas que intenten lucrarse con las necesidades y desesperación de las personas. Ante estos timos, lo único que podemos hacer es intentar protegernos a nosotros mismos, dudando de lo que creemos como cierto, rebajando nuestro deseos a la lógica realista y atreviéndonos a cortar con la navaja de Ockham las promesas mágicas que nos ofrecen los timadores.