Simplificando mucho, las edades del PSOE hasta ahora serían tres: la primera desde su fundación en 1879 hasta la escisión que en 1921 dio lugar al Partido Comunista; la segunda, que incluye anteguerra, Guerra Civil y postguerra, desde 1921 hasta el Congreso de Suresnes de 1974; la tercera, que incluye toda la Transición y los 40 años posteriores (el felipismo), podría darse por concluida el pasado domingo, al resultar ampliamente derrotada junto a Susana Díaz toda la nomenclatura histórica que la apoyaba. En la primera etapa el PSOE es, digamos, revolucionario ma non troppo, en la segunda oscila entre reforma y revolución y en la tercera domina un reformismo centrista. La versión 0.4 del PSOE no se sabe qué acabará siendo, pero conviene a todos (socialistas y no) que encuentre su lugar y su camino: llegados aquí, ni sería bueno un regreso al pasado, ni sano esperar su fracaso.