"Margarita" la escribió Pepita. Fue su ópera prima y se estrenó en el Teatro Principal de Málaga en 1870. Un año después, la segunda obra de Pepita Barrientos, El Cautivo, se estrenó en el Teatro Cervantes. La malagueña Josefa Ugarte-Barrientos y Casaux, a quien el pueblo siempre llamó con economía del lenguaje y singular afecto Pepita Barrientos, escribió otras piezas dramáticas y una importante obra poética. Fue una mujer relevante no por su posición familiar y como aristócrata, ya que se casó con el conde de Parcent, sino por su intensa vida social en la masculina cultura de la segunda mitad del siglo XIX. El propio Juan Valera la presentó en el Ateneo de Madrid para que leyera sus versos en 1889. También era habitual que participase en reuniones junto a literatos y estudiosos de la talla de Menéndez Pelayo, Campoamor, Núñez de Arce o el granadino Pedro Antonio de Alarcón. Tuvo una vida fulgurante y breve, ya que a Pepita se la llevó una pulmonía en su Málaga natal tres años antes de que hubiese cumplido los 40. En el entorno del sector urbano de la carretera de Cádiz, Pepita Barrientos da nombre a una calle en Málaga.

Una empresa del siglo XXI tiene su domicilio fiscal en esa calle desapercibida con biografía del XIX: Redvel Games SL. Prácticamente un par de chavales idearon con sus ordenadores el vídeo juego futbolero Soccer Star 2016 - World Legend. Les pusieron como ejemplo brillante de oportunidad y éxito en la presentación este martes del Polo de Contenidos Digitales de Málaga. Esos dos fieras han facturado un millón de euros en un año. Ellos no estuvieron en la presentación, pero sí su logro como un estímulo a las empresas que se han instalado y se instalarán en el Polo y a quienes se formarán en sus aulas en distintas disciplinas del mundo digital.

El Polo se ha convertido ya en la mayor infraestructura de España habilitada para el coworking, la incubación, la aceleración, la formación, el servicio técnico y todo ese batiburrillo de anglicismos y sustantivos profesionales de toda la vida que dimanan del ámbito digital. De hecho, mientras las autoridades, algunos invitados y la prensa visitábamos las impactantes instalaciones que ocupan los ambiciosos 6.000 metros cuadrados en el antiguo complejo de Tabacalera, en algunas de sus distintas estancias la empresa Medina Media estaba haciendo un casting para reportera del programa Andalucía Directo, una impresora 3D estaba fabricando prototipos de manos mecánicas a manera de exoesqueleto para niños con discapacidad funcional, un grupo de gamers estaban compitiendo en red con sus auriculares luminosos puestos y sentados en unos sillones anatómicos especiales, Carmen Jiménez proyectaba con la técnica de Time Lapse o cámara rápida sus hermosas capturas de la aurora boreal en Laponia e Islandia, alumnos de la School Training andaban trabajando sobre la banda sonora y efectos de sonido del cortometraje Caen piedras del cielo, de Rafatal, protagonizado por Estrella Morente, etc. etc.

Ayer salía en el periódico las fotos del alcalde jugando como un chiquillo con las gafas de realidad virtual en otra de las salas del Polo, observado con ojos ilusionados por el concejal de Innovación Mario Cortés, por la mirada filosófica del secretario de Estado José María Lassalle y la más pragmática del presidente de la Diputación, Elías Bendodo, entre muchos otros. Alguien no quiso reprimir la broma política de que De la Torre le dejase los mandos ya a Bendodo, aunque ni el alcalde ni Elías ni por supuesto Lasalle, que no está en cuitas locales, se enteraron de la intencionada metáfora.

Pero lo verdaderamente importante, en todo caso, es que el Polo de Contenidos Digitales de Málaga resulta impactante y es una realidad, financiada en un 80% por el Ministerio de Industria a través de la entidad pública empresarial Red.es. Sin embargo, la sensación de admiración y oportunidad para Málaga de quienes lo visitábamos se compensaba con la de la inmensa responsabilidad de que esa magnífica infraestructura ahora multipolar encuentre su camino, su utilidad plena, su nivel de excelencia y funcionamiento sostenible. A todos y cada uno de quienes deben hacerlo posible: Valor y ¡al Polo!