Carta a Mercedes Alaya

Estimada y aguerrida Mercedes Alaya, desde el comienzo de la instrucción del caso de los ERE y luego, del caso de los cursos de formación, hemos visto de todo; por un lado, un paseíllo constante de personajes que ha ido in crescendo en calidad y cantidad, como si se estuviera buscando el mejor trofeo de caza posible. Eso sí, para no perder el caso a favor del TSJA, se cuidaba muy mucho de recular si se acercaba alguna pieza de caza mayor, léase aforado, limitándose a ojear, cargar culpas sin concretar acusaciones y darle contenidos a los medios afines.

El caso es que ocho años después del comienzo de este monumental embrollo, todos los juicios que se han desarrollado hasta la fecha no han sustanciado ni una sola condena, dejando en evidencia las carencias de la instrucción.

De aquellos hipotéticos 3.000 millones de euros desfalcados nada de nada y lo peor es que en ese extenso sumario instruido por usted, no hay ni cuentas en Suiza, ni grandes fincas de caza, ni parcelas en Marbella y solo han aparecido unos cuantos miles de euros en un registro a Juan Lanzas y un chofer manirroto que cantaba todo lo que se le pedía.

Señora magistrada; como ciudadano exijo que rinda cuentas por los gastos ocasionados al erario, que solo han servido para dar carnaza a las expectativas de voto del PP y ni eso, porque no han sido capaces de rentabilizar tanta propaganda.

Francisco Javier España MoscosoMálaga

Atención

Un estudio señala que frente a la pantalla del ordenador cambiamos nuestro foco de atención cada 47 segundos. Nos perdemos. Practicar la atención, comienza a ser, o será, cuestión de salud mental. Época buena ésta para atender. Atiendan a los reflejos solares en las crestas de las olas. Parece lluvia de estrellas. Atiendan al canto del verderón. Atiende los orgiásticos movimientos de tus dedos en la arena. Atiende a la luz matinal que acaricia tu sábana blanca. Atiende al gato negro que vigila el espeto de plata. Atiende a la cara que una nube joven ha dibujado con fondo de un celeste majestuoso. Atiende a la mirada de un niño ante un cangrejo ermitaño. Atiende. Como escribió el poeta: todo lo que el sol ama está ahí fuera. Atiende.

Francisco García CastroEstepona