Uber pierde el rumbo. Las denuncias de empleadas por acoso sexual, discriminación y sexismo por parte de los superiores de la compañía forzaron la dimisión de su fundador, Travis Kalanick. La firma de transporte busca nuevo consejero delegado tras una larga lista de despidos entre los que se encuentra un exempleado de Google que, al margen de esta polémica, fue acusado de robar información para poner en marcha la última novedad de Uber: el camión que conduce solo. Soltar el volante de los vehículos y que la tecnología se encargue de todo lo demás es el objetivo de cada vez más compañías. La conducción autónoma, campos en los que trabajan Tesla o Google, son ahora un nuevo territorio a conquistar por parte de Uber, la firma que se dio a conocer ofreciendo transporte en coche a bajo coste. Con el prototipo de su nuevo camión de carga autónomo adelanta por la tangente a su competencia. Un movimiento que no ha gustado nada a Google, que acusa a Uber de robarle información sobre conducción autónoma por medio de un exempleado del gigante tecnológico. Uber ya ha despedido al acusado de robar datos y en su defensa argumenta que la tecnología utilizada para sus camiones autónomos nada tiene que ver con la documentación presentada por Google en los tribunales sino que es el resultado del trabajo de Otto, la entidad experta en este tipo de vehículos que compró en 2016. El camión de Uber, que ha sido puesto a prueba por las calles de Los Ángeles, no pretende sustituir a los camioneros sino ayudarlos en trayectos de larga distancia. El episodio del camión sin conductor parece el menor de los problemas de la compañía que busca nuevo consejero delegado tras la dimisión de Travis Kalanick, fundador de Uber y una de sus caras más conocidas. Kalanick, aunque formará parte del consejo de administración, presentó su dimisión hace dos semanas según explicó por «motivos personales» tras el fallecimiento de su madre. «He aceptado la petición de los inversores de apartarme para que Uber pueda volver a crecer en vez de distraerse con otra lucha», según declaró Kalanick a The New York Times. La «otra lucha» a la que se refería el fundador de Uber hace referencia a la polémica en la que está inmersa la compañía desde principios de año por supuestos casos de sexismo y posibles abusos en el seno de la empresa. Tras Kalanick han dimitido otros cargos importantes como el director financiero o el responsable de operaciones y alrededor de 20 personas han sido despedidas. En medio de la tempestad la pregunta sobre quién será el próximo jefe de Uber flota en el aire. En Silicon Valley suenan varios nombres y también se contempla la posibilidad de que vuelva el propio Kalanick. Entre los nuevos candidatos destacada Adam Bain, de Twitter, Mark Fields, impulsor del coche sin conductor y recién destituido en Ford o Jeff Immelt, a punto de dejar la dirección de General Electric y representante del sector crítico de Travis Kalanick. Mientras se cierran las apuestas Uber avanza como su camión: sin conductor.