Qué audaz es la ignorancia. Sobre todo entre los jóvenes que creen haber descubierto el secreto de la coca-cola. A cierta edad todos hemos creído que sabíamos más que nuestros mayores. Más de música, de cine, de sexo... más de la vida. Luego vas cumpliendo años y, con algo de suerte e inteligencia, te das cuenta de lo mucho que desconoces y aprendes a cerrar la boca. Ya saben esa frase que se le atribuye a Groucho Marx: «Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente». Con la difusión que da internet y las redes sociales, lo que antes quedaba como un patinazo en la intimidad del grupo de amigos o de familiares se puede convertir ahora en un ridículo mundial como le ha ocurrido a Kyle, no sé si hombre o mujer, coordinador musical de una cadena de radio de Los Ángeles que a estas horas debe estar metido o metida en un agujero después de confundir a la cantante Annie Lennox con una novata y ofrecerle su ayuda -alma de cántaro- para darla a conocer. La anécdota ha sido hecha pública por la propia cantante quien en su cuenta de Facebook ha señalado que hace unos días recibió un e-mail de una persona llamada Kyle, que le ofrecía un espacio en su radio tras haber escuchado algunas de sus canciones. «Me encontré con su música en la web y realmente me gustó lo que escuché», escribió esta persona a la cantante, añadiendo que «encuentro artistas que creo que tienen potencial y emito su música en nuestra radio. Si usted lo desea, por favor envíeme un MP3 con su último tema. Se lo pasaré a Glenn, nuestra directora de programas, para ver si le interesa transmitirlo en vivo». Kyle añadía en su mensaje que «estamos conectados con una firma de desarrollo de artistas que te puede poner en más de 150 radios en todo el mundo y dar apoyo para prensa, vídeos y licencias».

El lapsus de Kyle resulta imperdonable dado que, cualquiera con un mínimo conocimiento musical conoce a Annie Lennox, la legendaria cantante de 62 años con 40 años de carrera con el grupo Eurythmics y como solista, 75 millones de discos vendidos, un Oscar, ocho Brit Awards y cuatro premios Grammy, y a quien acaba de descubrir el o la tal Kyle a quien, eso sí, hay que alabarle su capacidad para apreciar el talento.

Posiblemente Kyle sea joven y por eso no conocía la música de Lennox. Tampoco consultó a nadie con más conocimientos que le sacara de su error o quizá en su emisora no tenía a quien consultar. Son cosas que pasan en un mundo en el que la experiencia laboral ya no se tiene un cuenta y los trabajadores de más edad son apartados en beneficio de críos recién salidos del cascarón.