Se llama mamparos a los grandes separadores de acero de las bodegas de los barcos (¿es machista ese masculino de mampara, denotando mayor fortaleza?). Los partidos políticos, que se suponía expresaban intereses de clase, estaban separados por grandes mamparos. Esto es pasado, y ahora todo partido que aspire a la hegemonía busca la transversalidad. La división de sexos era otro mamparo físico infranqueable. Se nacía chico o chica, y era así para toda la vida, cargando luego con las lógicas disfunciones. Con los transgénero ese mamparo ha perdido estanqueidad, incluso en los cargueros de diseño más antiguo, como el ejército. En el de USA están censados muchos miles, y Trump quiere ahora sacarlos de la fila. El mayor problema de Trump no es que sea un bárbaro y un bocón, sino que no se entera. Cree ser un mamparo, pero es sólo una mampara (de las de cuando había mamparos y mamparas).